ALUCINADOS ALUNIZAJES…
...EN EL ESCAPARATE DE LA LITERARIA CREATIVIDAD
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HÉROES COTIDIANOS
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UN HÉROE DEL SIGLO XXI
ANA LÓPEZ LANDA (3º A DE ESO)
La figura del héroe es un concepto bastante abstracto. Lo que para mí puede significar un héroe para otro pueden no ser más que palabras bonitas no del todo certeramente adjudicadas. Como vemos, el mundo influye también en nuestra visión del héroe. Mi héroe, sin embargo, es bastante peculiar: es aquel que encuentra fuerza en el miedo, ese que con tan solo mirarte a los ojos te atraviesa el alma y sabe quién eres mejor que tú mismo. Sabe lo que te gusta y se adapta a ti, pero nunca deja de lado su esencia. Mi héroe me cubre con una manta en invierno y alegra mis días de verano, me acompaña en la noche y me apoya de día. Me abraza sin aviso y me susurra palabras al oído. Me acompaña a todos los sitios, lo escucho, lo veo y lo siento a mi lado más que a nadie ni a nada. Ha conocido todo el mundo y sabe qué pasó por la mente de mucha gente. Mi héroe cuenta una historia cada día y siempre encuentra las palabras necesarias que decirme en cualquier momento. Me recorre y me obliga a desahogarme, me obliga a resurgir de mis cenizas y a reconstruirme de cero: cada vez más distinta, cada vez más yo. Me cuida cuando ni siquiera yo lo hago. Es aquel que, aunque esté andando en la oscuridad, siempre me enseñará la luz al final del túnel. Es aquel que ve mi lienzo en blanco y mi mano temblando y me ayuda a dar la primera brazada, cubriéndome con su suave y encantadora frazada.
Mi héroe ha recorrido mundo y es en parte un viajero del tiempo. Ha estado en la mente de millones de personas y, como a mí, les ha ayudado a seguir porque ese es el poder de la MÚSICA.
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MI HÉROE ES…
TIANA ALTENBOCKUM (3º A DE ESO)
Hay incontables héroes en este mundo; cada uno puede tener muchos héroes… Para mí, un héroe tiene que ser trabajador y saber ponerse en el lugar del otro. Tiene que ser luchador y trabajar por sus sueños y por el bienestar de sus seres queridos. También tiene que ser una persona que sepa reflejar sus sentimientos y te demuestre su amor día tras día.
Mi abuelo es un héroe para muchas personas. Es un hombre con una bondad infinita. En su vida ha ayudado a numerosas personas, dándoles una vida y estudios sin pedir nada a cambio. A lo largo de su vida ha sacado de la ruina a numerosas personas y sigue ayudando al prójimo hasta el día de hoy. No tengo dudas, mi abuelo es mi héroe. No os podéis imaginar cómo cuida a mi abuela, con una paciencia infinita y un corazón gigante.
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MI HEROÍNA
DANIELA GILART MARTÍN (3º A DE ESO)
Un héroe es una figura admirada, que es distinguida por haber realizado una hazaña extraordinaria. Muchas personas, cuando les preguntas por su héroe te contestan con el nombre de algún futbolista, cantante, actor, youtuber…
Mi héroe es alguien totalmente diferente, no es una figura conocida o famosa, pero bueno… ya descubriremos más adelante quién es. Mi héroe o, más bien, heroína, es una persona que fue capaz de abandonar sus sueños por mí, dejó de hacer lo que más le gustaba para poder darme una vida. Por lo que he dicho se puede deducir quién es. Sí, es mi madre.
Mi madre es una persona muy empática, sensible, cariñosa y trabajadora.
Muchos héroes tienen superpoderes y diría yo que los superpoderes de mi madre son, por ejemplo: saber qué decir siempre para animarme; comprender y saber ayudarte en todas las situaciones, y todo eso sin hablar de las comidas tan deliciosas que prepara…
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UN HÉROE DEL SIGLO XXI
CRISTINA MURIEL CAGIGAL (3º A DE ESO)
Para mí un héroe es aquel capaz de poner a los demás por delante en una situación arriesgada. Un conocido ejemplo de héroes del siglo XXI sería Malala, la joven paquistaní reconocida a nivel mundial por su lucha para lograr la educación en las niñas. Pero no todos los héroes son admirados. Cada día, miles de personas sacrifican lo que tienen por ayudar a los demás. Estos, en cambio, no son tan conocidos. Desde un bombero o un policía, hasta tu vecino. José María Cagigal Sarabia, por ejemplo, fue uno de esos héroes. Era médico, un gran ginecólogo, y en su larga carrera asistió a incontables nacimientos. Siempre sin importar el día o la hora. Este héroe dedicó su vida a atender y ayudar a sus pacientes. Además, José María fue un asombroso padre y excelente abuelo.
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EXTRAÑAS CIRCUNSTANCIAS…
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EL LABERINTO SIN SALIDA
NOA SÁNCHEZ GARCÍA (1º B DE ESO)
La tierra empezó a moverse, respiré profundamente, cerré los ojos. Efectivamente, seguía en aquel extraño laberinto, con sus altas paredes de hiedra y sus largos caminos. No sabía cuánto llevaba en aquel laberinto ni sabía si alguna vez volvería a ver la luz del sol. Estaba muy asustada y a mí misma me preguntaba por qué motivo había tenido que entrar en aquel lugar. Recordé que mi abuelo siempre me contaba la leyenda de aquel laberinto. Él era un hombre mayor, con pelo blanco y canoso; con una sonrisa en la cara la cual parecía no querer borrarse nunca.
El caso es que me contó que sus muros eran infranqueables, que nunca dejaban pasar ni un rayo de sol entre sus ramas y que él estuvo semanas atrapado allí. Yo no le creí y, por supuesto, le dije que solo era un mito y que ya era mayor para tragarme esas historias. Hoy en día me duele haberle dicho aquello, porque he podido comprender que sus leyendas eran totalmente ciertas. También me dijo que existía una puerta, la cual se abría donde tú quisieses y que dicha puerta fue su salvación, porque, de no haberla encontrado, aún seguiría atrapado allí.
Yo seguía pensando en encontrar aquella puerta, ya que cada vez hacía más frío y yo estaba más cansada. Fueron muchos días de búsqueda sin descanso, anhelando encontrar lo que me haría volver a casa. Cansada de tanto buscar, me senté en el suelo y las primeras lágrimas corrieron por mis mejillas. Era tal mi desesperación que no era capaz de ver ninguna solución en la huida de aquel laberinto.
De repente, una voz me empezó a llamar y una fuerza invisible me obligó a seguirla. La voz se oía cada vez más fuerte y se empezó a ver una luz a lo lejos. Era la puerta, la que había estado buscando durante dos meses y medio. Cuando estuve frente a ella sentí muchas emociones diferentes, por fin había encontrado la puerta.
Mi mano nerviosa abrió el picaporte como un ave a su presa. Empujé y me encontré tumbado en mi cama. Nunca me había pasado algo igual. Y sabía que nunca olvidaría aquel laberinto donde pasé tantos días buscando, una salida.
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LA CARTA
ÁFRICA MARCHÁN PAGÁN (1º B DE ESO)
Era una tarde tranquila hasta que llegó. Aquella carta llamó a mi puerta la misma tarde que pensé en ella. El sobre era de papel fino, se rasgaba al pasar mis dedos. Al abrirlo, un olor conocido llenó la habitación. Era perfume de mujer. En la carta ponía:
“Nos vemos en el parque de atracciones a las seis y media de la tarde del dos de diciembre”.
Era la primera vez en varios años que me hablaba. Sería algo importante.
Llegó el dos de diciembre, la estuve esperando en un banco oscuro a la entrada del parque. Desde mi posición solo podía escuchar los gritos de los niños; entonces apareció. Estaba más oxidada que la última vez, pero seguía siendo igual de bella. Su cabello era claro como sus ojos. Llevaba un vestido negro a juego con sus zapatos de tacón de aguja que sonaban cuando caminaba por el suelo de piedra. Sonreía, pero se la notaba preocupada.
—¡Cuánto tiempo! —le dije indicándole que se sentara a mi lado.
—Te he escrito esta carta porque… —borró de su rostro aquella sonrisa tan cálida. Se acercó a mí y susurrando me dijo—: Creo que estoy en peligro. Soy vieja —me dijo preocupada— el Estado me quiere reciclar.
Entonces, un coche oscuro aparcó en frente de nuestro banco, vi varios humanos saliendo de la limusina y decidí esconderme detrás de una máquina de chuches. No pude ver nada, pero cuando salí de mi escondite ya se la habían llevado. Mi rabia era tanta que me hizo dar una patada a la máquina. No fue buena idea, pues las cuches se salieron de la máquina. No pude llegar hasta el coche por los dulces desparramados. Quería llorar, pero no estoy programada para ello.
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SIN SALIDA
JUAN BERZOSA JIMÉNEZ (1º B DE ESO)
Una noche me fui a cenar arroz con tomate a casa de mi abuelo. Después de cenar, mi abuelo se quedó solo viendo las noticias y yo me fui a ver qué juegos tenía. Encontré un juego que se llamaba “Sin escapatoria”. Lo cogí y fui corriendo con mi abuelo. Le pregunté si le apetecía jugar y me dijo que sí.
De repente, cuando apreté el botón de empezar, mi abuelo y yo notamos un temblor. Pensábamos que era un terremoto, pero pusimos las noticias y había pasado en todo el planeta. No le dimos importancia y seguimos jugando. Tiré los dados y moví mi ficha. De repente la tierra empezó a moverse y notamos una explosión. Mi abuelo y yo nos quedamos inconscientes.
Cuando nos despertamos, ¡estábamos en un bosque! Estaba asustado pero mi abuelo me tranquilizó. Mi abuelo tiene setenta y dos años, es valiente, inteligente y está calvo. Lo mejor de él es que no se pone nervioso nunca. Después de unos minutos fuimos a investigar y al salir del bosque vimos un cartel grande donde se podía leer: “¡Bienvenido al juego SIN ESCAPATORIA!”. Debajo del cartel había un plano de un laberinto gigante. Nos dimos cuenta de que estábamos dentro del juego.
El laberinto era enorme y parecía oscuro y peligroso. Era redondo y estaba hecho con unos setos de plantas verdes muy altas. Después de memorizar el plano, mi abuelo y yo decidimos entrar en el laberinto. Cuando se hizo de noche sin querer me separé de mi abuelo. Pasaron veinte minutos en los que me sentí muy solo y asustado. De repente me encontré una puerta de madera en medio del seto. Encima había un cartel con las siguientes instrucciones: “Esta puerta se abre hacia donde tú quieras, pero sólo una vez la podrás abrir. Tira hacia ti y en casa estarás, tira hacia atrás y con tu abuelo te encontrarás”.
Tiré de la puerta hacia mí y de repente en mi casa me encontré. Busqué a mi padre y llorando le conté todo. Mi padre me propuso que fuéramos a buscar a mi abuelo, pero eso pasa en otra historia porque se acabó este cuento con sal y pimiento y un rabanillo tuerto.
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LA GUERRERA
MARÍA IGLESIAS LÓPEZ (1º B DE ESO)
Me encantaban todos los cuentos que me contaba mi abuelo, pero el de aquel día fue tan profundo que de los miles que me contaba, este se me quedó grabado en el corazón. Todo comenzó así.
Aquel día mi abuelo y yo estábamos sentados en su antiguo y cómodo sofá, el silencio dominaba la habitación y de repente me dijo que me iba a contar la historia de cómo conoció a mi abuela. La echaba mucho de menos, estuvieron juntos sesenta años y nunca se acostumbró a estar sin ella. Bueno continuemos con la historia.
La historia empezó así…
Un día mi abuelo estaba recogiendo las zanahorias que él mismo había cultivado. La tierra comenzó a moverse, le costaba mantener el equilibrio, cayó y la tierra le tragó. Cuando despertó se encontraba en medio de un laberinto, la vegetación era tan abundante y densa que no podía distinguirlos caminos. Entonces, de la nada apareció una guerrera montada en un caballo blanco, su largo cabello rubio y sus grandes ojos verdes contrastaban con la enorme y pesada armadura que vestía. Le tomó del brazo y le ayudó a subirse al caballo con ella. Comenzaron a cabalgar y, como si volaran, atravesaron el laberinto. Sus caminos parecían no tener salida, pero ella siempre encontraba el hueco justo para pasar de un camino a otro hasta llegar a la salida.
Le interrumpí diciendo: “abuelo, esto que me estás contando es mentira”. Y él me dijo que mi abuela fue una mujer fuerte y luchadora, juntos libraron todas las batallas de la vida, ella siempre encontraba la solución a todos los problemas y siempre con su delicada sonrisa.
Una tarde, cuando paseaban por el campo, en un viejo árbol encontraron una puerta, mi abuela la abrió y le dijo a mi abuelo: “hasta pronto”. Fue su puerta al cielo y así fue todo, tan rápido y mágico. Mi abuelo tiene muchas ganas de verla, de volver a ver su mágica sonrisa.
Su historia me llegó al corazón y ahora mi abuelo y yo paseamos entre los árboles esperando encontrar alguna puerta… Y este cuento colora’o, por mi boca se ha escapa’o.
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LA CARTA MISTERIOSA
INÉS MARTÍN GARCÍA (1º D DE ESO)
Hace unas cinco semanas en Buena Vista, se encontraba un joven señor, dueño de la tienda de chuches más grande de la ciudad “Holliwood sweet”.
Un día por la tarde recibió una carta que olía a perfume de mujer, pero no ponía el nombre. Al día siguiente de que recibiera la carta, todos los robots inteligentes de la tienda se estropearon y la máquina de hacer chuches no paraba de fabricar chuches. Aquí estaba ocurriendo algo extraño, pero qué podría estar sucediendo… El joven pensó en aquella carta y pensó que tendría algo que ver porque, ¿no era muy extraño que no pusiera nombre ni la ubicación? Sólo ponía: “ten cuidado, me vengaré de lo que me hiciste hace tres años, ten cuidado, te lo advierto”.
Después de algunas semanas, la tienda dejó de abrir y la gente no paraba de preguntarse por qué. Hasta que descubrieron que era un secuestro. El joven estaba secuestrado en el viejo, abandonado, parque de atracciones de Buena Vista. Lo dejaron atado a una silla sin comer ni beber, hasta que los agentes lo encontraron y lo llevaron de vuelta a casa, pero todavía no se sabía ni de quién era la carta ni quién le secuestró.
En estos momentos siguen buscando a la persona de aquellos sucesos. El joven se encuentra muy bien, pero sigue ingresado en el hospital de Buena Vista y esta información ya la he revelado y por mi boca ha sido desvelado.
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EL JARDÍN DEL ABUELO
CIRO BELLÓN RODRÍGUEZ (1º D DE ESO)
Hace tiempo, en un pueblo de Italia, un niño llamado Pirri estaba pasando el verano con su abuelo. A Pirri le gustaba pasar mucho tiempo con su abuelo. También le encantaba ayudar con los cultivos del huerto.
Pirri estaba recogiendo zanahorias cuando su abuelo le dijo:
—¡Corre, chico, viene una tempestad!
Pirri, extrañado, respondió:
—Ya voy, abuelo. Te recuerdo que no estamos en la mar.
—Mmmacelbasmm —murmuró el abuelo.
Aquella noche Pirri soñaba con la razón por la que le parecía que estaba loco. Soñó con su abuelo dando órdenes a sus marineros cuando de repente una ola golpeó el barco y el abuelo se dio en la cabeza contra el suelo. Pirri se despertó porque la tierra empezó a moverse y él pensaba que su abuelo se había vuelto a subir al tejado a bailarle a la luna.
Se hizo de día, entonces salió a ver dónde estaba su abuelo, ya que no estaba en su cama. Le buscó en la calle, pero no lo vio. Lo que encontró fue un laberinto gigante de plantas. Cuando Pirri iba a meterse en el laberinto, de él salió un perro vestido con una armadura que dijo:
—No entres aquí pues es peligroso. Todo el que entra, no sale. ¡Ya se me ha escapado ese anciano loco que empezó a saltar por las paredes!
Cuando el perro dejó de hablar, Pirri ya estaba saltando los muros de plantas que había mientras se preguntaba cómo había pasado esto.
Por fin llegó al final del laberinto que era el centro y allí había una puerta que ponía escrito: “Yo te llevaré donde quieras, cuando quieras y con quien quieras”. Entonces Pirri abrió la puerta para, por fin, volver con su abuelo.
Encontró a su abuelo, pero estaban en medio de una guerra entre los bichos del huerto y las plantas. Al verlos, todos se detuvieron y empezaron a gritar:
—Rápido, volved a casa. Viene la tormenta y esto va a desaparecer.
Así es como llegaron a casa con un rabanillo acompañándoles. Rabanillo fue su mascota hasta que un día el abuelo, que tenía hambre, le dio un mordisco.
Así se acabó este cuento con sal y pimiento y un rabanillo tuerto.
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METAMORFOSIS UN TANTO DISPARATADAS
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ME HE CONVERTIDO EN…
RALITSA RUMENOVA DOCHEVA (2º F DE ESO)
Me desperté y eran las 8:12, sólo tenía diez minutos para prepararme e ir al colegio. Me sentía algo rara, la ropa casi ni me entraba, pensé que podría ser por la pizza que me había comido el día anterior, pero no le di demasiada importancia.
Cogí un cruasán para la merienda, mientras que mi perro Wallie me ladraba como si no me hubiera visto nunca. Le di de comer y me puse las zapatillas rápidamente sin atarme los cordones. Miré el reloj, me agaché para atármelos sin dejar de mirar el reloj (mi cara no era normal, en serio). Eran las 8:13 (sí, verdad, yo también me quedé así), me quedaban nueve minutos y hasta me dio tiempo a coger el bus. Cuando salí, me quité el abrigo porque tenía calor. Llegué a la parada al mismo tiempo que el bus. Al subirme, me di con el techo. El conductor me miró y me dijo: “¡Menuda cara!”. No sabía de qué hablaba. Me senté al lado de la puerta de salida.
Cuando llegué al colegio, nadie se acercaba a mí, pero tampoco me quitaban el ojo de encima. Estaba confusa. Fui a lavarme la cara y cuando me miré al espejo, medía el doble que antes, tenía los ojos de color rojo vivo y los dientes más afilados que los de un vampiro. Y grité: “¡Me he convertido en…!”, cuando una niña pequeña entró y terminó mi frase: “¡Un monstruo!”.
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UN DÍA MUY EXTRAÑO
OSKAR BERNAL (2º F DE ESO)
Un día, cuando me desperté, después de una noche intranquila, la habitación me parecía que se había hecho más grande. Me encontré ante un espejo y me costó mucho encontrarme, hasta que de pronto vi una mancha en el espejo… ¡Era una mosca pequeñísima!
Era de color negro, tenía muchos ojos, también tenía unas alas que se movían muy rápido de un lado a otro, pero lo que no entendía era que mi memoria fallaba mucho y se me olvidaban las cosas de vez en cuando. Y lo que tampoco entendía era que me gustaba la comida asquerosa.
Estaba muy triste porque nadie me reconocía y todos me querían aplastar con lo que fuera. Y lo que más me gustaba era molestar a mi hermano volando cerca de su oreja. ¡Le molestaba mucho! Pero por suerte, al día siguiente me desperté y volví a ser el mismo niño de siempre.
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SOY UN LAGARTO
ENZO CASSINELLO BERNAL (2º F DE ESO)
Os voy a contar la historia de cómo mi vida cambió de la noche a la mañana. Desde pequeño siempre me han gustado todo tipo de lagartos y un día, antes de irme a dormir, desee ser un lagarto. Cuando me desperté, entré en pánico: mi piel se había convertido en escamas verdes y duras, mis ojos ya no tenían pupilas redondas, tenían una línea oscura como la de los gatos, me había crecido una larga y fuerte cola y mis dientes ahora eran afilados como cuchillas.
No sabía qué hacer, estaba asustado, preocupado; pensaba que iba a ser un bicho raro el resto de mi vida. Decidí buscar en internet algo que me pudiera ayudar, sin embargo, fue inútil, así que decidí darme una ducha, pero cuando mis escamas tocaron el agua fría, sentí como si estuviera a dos mil grados (me quemé).
Estaba desesperado hasta que pasó algo increíble, ¡mi madre entró en la habitación y también era un lagarto! Rápidamente miré por la ventana y vi que todos eran lagartos y actuaban con normalidad. Sentí un tremendo alivio y continué con mi vida normal.
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TRANSFORMACIÓN
SARA BERMÚDEZ GARCÍA (2º F DE ESO)
Un día, como cualquier otro, me desperté por la mañana. Esa noche había tenido sueños muy extraños y me sentía con dolor de cabeza. Cuando por fin abrí los ojos por completo, me llevé un susto enorme: ¡había encogido y era diminuta!
Me levanté para mirarme en el espejo pero no pude, tenía cuatro patas en vez de las piernas. No me lo podía creer. En medio de la gigantesca cama, me intenté ver el cuerpo y, con un poco de dificultad, lo conseguí. Me quedé asombrada con lo que vi. Tenía el cuerpo cubierto de suave pelo blanco, tenía un hocico con bigote t una pequeñita y fina cola. ¡Me había transformado en un ratoncillo de campo! Me quedé asimilándolo un par de minutos hasta que decidía avisar a mi madre. Cuando fui a bajar de la cama, me di cuenta de que estaba muy alta y no podía bajar, así que me quedé allí, esperando a que me echaran de menos.
Después de diez largos minutos, mi madre entró para ver si seguía dormida, pero en vez de darme los buenos días se pegó un susto tremendo. Intenté hablar y me sorprendí cuando vi que podía hacerlo. Le expliqué lo que me había pasado y le supliqué que me llevara al médico. Ella aceptó y me cogió con sus manos.
Cuando salimos por la puerta pude ver un cartel en el que ponía: “Has sido víctima de una broma”. Mi hermano había sido el autor de la broma y me explicó que me había dado un jarabe transformador y que el efecto se iría en media hora.
Más tranquila que nunca, me reí y me subieron a mi cuarto. Hasta que se me pasara el efecto estuve pensando en la venganza.
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MISTERIOSA TRANSFORMACIÓN
DANIELA YELMO OTERO (2º F DE ESO)
Cuando me desperté, a la mañana siguiente a la cena de negocios de la noche anterior, todo parecía normal hasta que decidí levantarme de la cama.
Al levantarme, empecé a notar algo raro en mí, pero decidí ignorarlo y, como cada mañana, fui al baño a darme una ducha. Cuando llegué y abrí la puerta, me reflejé en el espejo y por alguna razón no me reflejaba. Me asusté mucho y decidí buscar otro espejo, pero nada, no me reflejaba y se me ocurrió mirarme en la cámara del móvil; muy asustada. Ahí sí que me funcionó, pero me vi muy diferente, como si no fuera yo misma. Tenía una piel muy muy pálida, los ojos rojos y cansados y unos colmillos enormes. Ahí fue cuando empecé a sospechar lo peor. ¿Soy un vampiro? Me pregunté, pero cómo iba a ser un vampiro, ¡eso no existe!, pensé, pero tenía todos los rasgos físicos.
Sin saber qué hacer fui directa al médico. Mientras iba por la calle tenía muchísima sed de sangre y carne. Ignorándolo con dificultad seguí mi camino hasta llegar a urgencias. Nada más llegar me di cuenta de que todos los que cenaron conmigo la noche pasada estaban igual que yo.
Entre todos decidimos ir a una iglesia ya que la medicina no servía de nada en esta ocasión. Al llegar, el cura estaba seguro de saber cómo salvarnos y nos advirtió de que podía ser muy peligroso. Aun así, aceptamos. El cura empezó a hablar en un idioma que no entendíamos y de repente no vi nada. Todo estaba negro, no había nada. Me fijé y vi una lucha de mi cuerpo y algún tipo de demonio en tercera persona.
Finalmente vi cómo ganaba mi cuerpo y después me desperté en una camilla de un hospital con una sensación muy rara en el cuerpo, pero todo había vuelto a la normalidad.
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DÍA NUEVO, CUERPO NUEVO
VICENTE REIRIZ DEL RINCÓN (2º F DE ESO)
Soy Jorge, un adolescente de quince años normal, con una vida normal, en una ciudad normal, con amigos normales y un cuerpo normal, o por lo menos así era mi vida hace unas horas.
Esta mañana me ha despertado la alarma de mi teléfono móvil, pero esta vez el sonido ha sido mucho más molesto, sumándole la pereza que da levantarse de la cama. Tardé poco en darme cuenta de que el mundo era un poquito más grande de lo normal, o yo había amanecido más pequeño de lo normal. Me arrastré por las sábanas hasta encontrarme el borde de la cama y me dejé caer. Sorprendentemente, no me hice nada de daño. Seguí arrastrándome en busca de un espejo, pues no podía girar la cabeza en ninguna dirección. No mucho después, me topé con la papelera de aluminio de nuestro baño. En ella malamente me reflejé, y para mi sorpresa… ¡Estaba atrapado en el cuerpo de una cucaracha!
Me dirigí lo más rápido que pude a algún lugar más seguro para un insecto tan odiado por la sociedad. Me refugié en el pequeño espacio que hay entre mi mesilla y el suelo. Ahí pasé las horas viendo también a mi madre y a mi padre preparándose y yendo al trabajo una hora después de que yo me despertara. No fue hasta la tarde que se percataron de mi ausencia, pues normalmente me voy al instituto antes de que se despierten, así que no se sorprendieron por la mañana al ver que no estaba.
Por la tarde, tras ver que no había llegado aún, mis padres empezaron a preocuparse. Al rato, empezaron a llamar a mis amigos y a sus padres, enterándose de que hoy nadie me había visto. Tras presentar una denuncia, mis padres volvieron a casa muy preocupados.
Bajo la mesilla pasé la noche, hasta las 12:00 de la noche, cuando de repente volví a mi forma normal, llevándome todo a mi paso. Mis padres, al oír el ruido, no hicieron más que abrazarme, y nadie se creyó la historia que les conté, ni siquiera yo sé si fue de verdad.
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MENSAJE EN UNA BOTELLA
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EL MENSAJE DE LA BOTELLA
SEBASTIÁN GRISALES GOYENECHE (4º C DE ESO)
Un día, estaba un pirata pensando en cómo ganar más dinero, cuando uno de sus subordinados le dijo que había encontrado un mensaje dentro de una botella y que pertenecía al pirata Bolder. El pirata, asombrado, le pasa la botella, la abre y lee lo que pone el mensaje:
“El que lea esta nota debe saber que sé dónde se guarda el arma del pirata Bolder, ese sable que podía cortar cualquier cosa. Para llegar a él se necesita estar donde las deidades se juntan al mundo humano, después que la gema del color de los mares te enseñe el camino. Luego se tendrá que pasar por el mar donde reina la muerte, putrefacción y la última parada. Serás juzgado para tener esa arma”.
El pirata, con decisión, dice que irá rumbo al centro del Océano Pacífico. Después de tres días de navegación llegaron donde estaría el canto del Océano Pacífico y allí había una isla con un templo. El pirata les dijo a sus subordinados que había que esperar a la noche. Esperaron. Cuando ya era medianoche, entraron y vieron que en ese templo había muchos espejos que llegaban de cada una de las estrellas al centro del templo y delante de donde se juntaban había un mapa.
El pirata puso un zafiro en medio de la luz estelar, el zafiro empezó a brillar y lanzó un rayo de luz hacia el mapa señalando un lugar en concreto.
Comenzaron la navegación hasta que llegaron a un lugar que olía a putrefacción, miraron al mar y vieron el agua negra. Después llegaron a una isla donde en medio se podía ver una montaña. Se acercaron y encontraron un templo. El pirata les dijo a sus subordinados que esperaran y entró él solo. Al entrar vio el sable clavado en un tronco en medio de la sala. El pirata fue y la cogió, pero escuchó: “tú no serás mi adalid”. El hombre se giró y le hacen un corte en el pecho, él se cae y pregunta: “¿quién es?” Y él responde: “Quien forjó esta arma y se la dio a ese pirata, pero tú lo sabes, ¿no, Bolder? Nunca volverás a verla, ya te lo dije”. Después de eso, esa “casi persona” coge esa arma y se esfuma.
El pirata frunció el ceño y gritó: “encontraré el arma y me la quedaré otra vez, si lo tengo que hacer en vida inmortal, maldito abismal”.
Dicen que ese pirata sigue en los mares buscando su arma, pero nadie sabe si existió o solo era un cuento de piratas. Muchos dicen que vieron una botella con un mensaje, pero cada vez que lo cogen, un cuervo se lleva la botella muy lejos.
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MENSAJE EN UNA BOTELLA
SERGIO SÁNCHEZ LLORENTE (4º C DE ESO)
Buenas, me presento, soy un espeleólogo. Me dedico al estudio de cuervas subterráneas, pero dudo que pueda seguir haciendo eso mucho más. Hace… no sé, ¿horas? ¿Días?, me disponía a explorar una cueva que no parecía en exceso grande. Cuando al recorrer durante varios minutos la cueva en cuestión escuché un ruido sordo y todo a mi alrededor se precipitó al vacío. Mientras caía, vi cómo la luz de la entrada se iba haciendo cada vez más pequeña.
Acabé cayendo en un pequeño lago del que pude salir con dificultad para llegar a una pequeña cámara de aire. Aquí llevo yo, agarrado a una roca durante todo este tiempo. Ya toda , la esperanza parece perdida para mí, sin embargo, aún no me pienso rendir, no ahora que todavía me quedan fuerzas para mantenerme agarrado a esta roca, y lo más importante, casi para seguir pensando, ¡acabo de encontrar una solución!
Me dispongo a salir de este sitio usando la cuerda para atarme a la roca y me pondré a explorar. Si encuentro la salida, corto la cuerda y si no, me puedo impulsar con ella de vuelta a la roca. Si consigo llegar al lago podría lanzar la bengala.
Después de muchos intentos consigo llegar al lago. Ya solo queda lanzar la bengala, espero que funcione porque es mi último recurso. Mi mensaje en una botella.
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COORDENADAS
DIEGO RODRÍGUEZ MARTÍNEZ (4ºC DE ESO)
Era un viernes soleado, como otro cualquiera. Sebastián se dirigía caminando al instituto de forma alegre, ya que era el día de su cumpleaños. Durante el largo trayecto que hay desde su casa al instituto iba pensando en cómo le iban a recibir, si le iban a regalar algo… Justo antes de llegar se encontró una botella de cristal, la cual contenía un papel aparentemente deteriorado.
Sebastián era un chico de catorce años, con pelo negro, los ojos azules, alto y delgado. Era un chico un tanto inquieto, pero a la vez era responsable y siempre presentaba curiosidad por todo. Ese interés que él tenía le llevó a abrir la botella. Tardó unos cinco minutos debido a que estaba muy dura, pero cuando por fin consiguió quitarle el tapón, no dudó ni un segundo en leer lo que aquel papel contenía. Sebastián quedó perplejo al ver lo que contenía. Eran unos números muy raros, como si de unas coordenadas se tratase.
Rápidamente cogió el móvil y puso los números del papel en el Google Maps. Esas coordenadas le llevaban a un sitio, el cual él desconocía, situado a quinientos metros de su posición, y no, no era el instituto.
Sebastián se dirigió al sitio indicado. Cuando tan solo le faltaban veinte metros para llegar al destino, empezó a dudar si ir o no, tenía mucho miedo. Cuando por fin llegó… ¡Sorpresa! Sus amigos y su familia le habían preparado una fiesta sorpresa. Sus amigos se dirigieron rápidamente hacia él para decirle que era sábado y que le habían gastado una broma cambiándole la fecha en el móvil. Fue el mejor cumpleaños de su vida, sin lugar a dudas.
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Creando una historia con muchos pensamientos.
Los pensamientos acuden en masa a la cabeza de los chavales, salen, se arremolinan e inundan su espacio.... ¿Serán capaces de dominarlos?
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CREANDO UNA HISTORIA CON MIS PENSAMIENTOS
AROHA VELASCO GARCÍA (1º E DE ESO)
Me di cuenta de que mis pensamientos estaban revoloteando por aquella oscura habitación. Si mis pensamientos estaban ahí encerrados ¿cómo es que yo podía seguir siendo consciente de ellos? Es una cuestión extraña. En esos momentos, a la vez que veía esos pensamientos pulular por la habitación, los estaba pensando ¡Era increíble!
Veía como estos entraban rápidamente en ese cuarto vacío, y luego se quedaban dentro por un largo rato. Después, algunos salían por la puerta, mientras otros se quedaban dentro. Creo que era debido a que la habitación funciona como el cerebro, y solo se queda con los pensamientos que realmente importan, y los otros se olvidan porque ya volverán en cuanto este termine de hacer la función seleccionada.
Algo como tu pensamiento se debería ver claro, ya que es tuyo y eres tú el que lo ha creado y modificado y también el que lo piensa. Pero yo no los veía con claridad, estaban algo borrosos y costaba reconocerlos, pero por la manera en que se comportaban, supe diferenciarlos.
El pensamiento de que hoy era el último día de clase antes de Navidad, se movía rápidamente y con facilidad. El de que le había roto a mi hermana su peluche favorito, se movía lentamente, como si le costara y se le hubiera caído el universo encima. El del recuerdo de la película de terror que vi la noche anterior, se movía hacia un lado, observaba cada rincón de la habitación, y se volvía a mover rebotando en las paredes. Cada pensamiento tenía una forma de moverse y solo así supe diferenciar unos de otros.
Después de un rato de observar, pensé que, como estaba pensando aquello, mi pensamiento entraría en la habitación junto a los demás, pero si se metía en la habitación, entonces ya no estaría dentro de mí y no podría estar pensándolo. Una cuestión complicada como he dicho al principio.
De repente, me fijé en un pensamiento redondo y blandito que me miraba con los ojos como platos ¿Quién porras era aquel? ¿Por qué me miraba así? Parecía suplicarme algo, pero ¿el qué?
Creía estar volviéndome loca, así que ya no pude más con tanta filosofía y decidí irme a la cama. Antes de dormirme, abrí la puerta de salida y deje que escaparan muchos de los pensamientos que andaban por la habitación. Fue una manera de liberar mi mente y prepararme para el descanso. Fue entonces cuando vi a ese pensamiento redondito y blando sonreírme y, con mucha delicadeza, cerrar los ojos. Ya sé lo que esperaba, lo mismo que yo, dormir. FELICES SUEÑOS.
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ESTOY DORMIDO
MANUEL MURIEL CACIGAL (1º C DE ESO)
Ya está, estoy dormido, como siempre, todas las noches dentro de mí puedo ver al cansancio pasar a través de esta gran y extraña habitación, seguido de la pereza que va un tanto lenta. Mis sentidos se van apagando mientras mis pensamientos empiezan a surgir en este extraño sueño hasta que llenan por completo la ya mencionada sala en la que estoy, yo no lo recordaba así, ellos solían ser como espíritus pero ahora se ven representados por gente que conozco, si lo piensas puede dar un poco de miedo pero en realidad es gracioso verles comportarse así. A medida que el sueño avanza, diferentes personas de mi vida pasan por enfrente mío, pero no solo eso, incluso interactué con uno de ellos, mi hermano, tuve una conversación, menos acalorada de lo normal y luego, volví a lo mío, ver a la gente pasar como mis profesores, amigos, familia e incluso el señor que siempre está a la salida del colegio, al que por cierto no conozco. Pero como todo, llegó a su fin, después de esta larga odisea todo desapareció con un fuerte pitido, mi despertador.
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SOÑAR DESPIERTO
ADRIANO RASETTI BENITO (1º C DE ESO)
Un martes estaba en mi habitación tumbado en la cama escuchando música de reggaeton de Bad Bunny. Estaba un poco aburrido. Mientras escuchaba música pusieron un anuncio de un partido de futbol. Empecé a pensar en ese momento que me gustaría ser futbolista profesional. Si fuese futbolista profesional jugaría en primera división con el Real Madrid. Sería titular y jugaría de lateral derecho y estoy seguro de que le quitaría el puesto a Carvajal, sería el más rápido del equipo, y me esforzaría mucho para jugar con la selección española, y bueno también tendría muchísimos amigos…
Entonces me llamo mi hermano y me dijo que mi padre había venido de montar en bici. Me puse a pensar cuando subimos la subida del Mortirolo. Hay muchas subidas y bajadas. En esa ruta me lo pasé súper bien. Lo malo fue que me caí en una bajada. Y lo mejor fue que me hice mi record de kilómetros, fueron 42 km. Es la ruta más complicada que he hecho en toda mi vida.
Miré a la estantería de mi habitación y vi una tabla de surf a partir de ese momento empecé a pensar cuando fui el verano pasado a la playa de Tor San Lorenzo en Italia a surfear. Había olas de un metro cogí una ola y me hice un tubo, cuando salí del tubo me hice un trescientos sesenta grados fue una de mis mejores experiencias.
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MIS PENSAMIENTOS EN UNA HABITACIÓN
DIEGO JACOBO RUBIO HURTADO (1º C DE ESO)
Mis pensamientos son muy peculiares, algunos son muy tímidos y por eso casi nunca los enseño, pero otros sin embargo, son muy atrevidos y no les da miedo salir a la superficie. Ahora los veo a todos pasar por una habitación, algunos de ellos pasan muy despacio, e intentando que nada ni nadie les vea, como, por ejemplo, la timidez; pero otros sentimientos, como la impotencia y el enfado, entran gritando y chillando para desahogarse.
Sin embargo, también hay algunos que entran dando saltitos de alegría como la felicidad y otros que entran llorando como la tristeza. Los últimos en pasar fueron el asco y la envidia, que iban quejándose de todo y de todos. Espera un momento… allí al final se puede ver uno más que va muy despacito, es la pereza, y va acompañada de la soledad; bueno, más que acompañada, van una en una punta y la otra en la contraria, porque a la soledad le gusta estar sola.
Yo los veo claramente pasar por la habitación y no es una sensación muy satisfactoria porque, de repente, veo pasar por mi cabeza un guirigay de sentimientos, y no sé qué siento ahora, si alegría o tristeza...
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LOS PENSAMIENTOS
NATALIA GARCÍA DOMINGO (1º E DE ESO)
Entró en la habitación y lo primero que veo es una nube. No es una nube normal esta es de muchos colores como si fuera un arcoíris al que han movido mucho. Me doy cuenta de que mi cabeza está vacía no estaba pensando en nada, de repente un poco de esa nube entra en mi cabeza y recuerdo que esa nube son mis pensamientos.
Entre todos los colores distingo a algunas personas que pertenecen a mis recuerdos, poco a poco algunos trozos de esos pensamientos entraban en mi cabeza y poco a poco voy recordando que las personas que he visto son mi familia, pero rápidamente esos pensamientos salen y vuelvo a no recordar quiénes son esas personas, el único pensamiento que me queda es que esa nube son mis recuerdos. Me quedo mirando a la nube fijamente y solo en ese momento me doy cuenta de que es muy bonita y se me hace un nuevo pensamiento que no dura mucho ya que el pensamiento sale de mi cabeza como todos los demás.
De repente los pensamientos se van por la puerta y entran en la otra habitación, sigo a los pensamientos y entró en una habitación completamente negra y uno de esos pensamientos entra en mi cabeza y entonces recuerdo algo que nunca pensé que me iba a ocurrir: un accidente en el que estoy yo sentado en el asiento de atrás y de repente se cruza un camión, luego veo médicos a mi alrededor y después tranquilidad. El pensamiento sale de mi cabeza pero otro en su lugar entra, y me dice que debo despertar no sé por qué pero lo intento y no lo consigo pero de repente todo se empieza a mover y abro los ojos de golpe. Hay un señor que no conozco de nada moviéndome como para despertarme, me intento librar de él y otro señor que lleva una bata blanca entra en la sala y separa al otro señor. Los dos señores están mirándome y el de la bata blanca se me acerca y me cuenta una historia que me sonaba de algo pero no sabía de qué: había tenido un accidente con mi madre y había perdido la memoria. Me quedo mirándolo y lo único que puedo decir es: ¿dónde está mi madre?, el señor que me había dicho que él era un médico me señaló una camilla con una mujer encima de la que no me había percatado que estaba allí. La mujer estaba llena de heridas y tenía un brazo y una pierna escayolados, pero lo más importante es que estaba como dormida respiraba tan frágil que parecía que ni siquiera respiraba. En ese momento me dice el médico que es hora de mi operación para los pulmones.
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CREANDO UNA HISTORIA CON MIS PENSAMIENTOS
GUILLERMO GAYOSO DOMÍNGUEZ (1º E DE ESO)
Cuando mis pensamientos entran no los veo bien. Veo que son pequeños que se esconden que tienen miedo de algo o de alguien, están bloqueando las dos puertas porque tienen miedo de que entre alguien o algo se están moviendo por la habitación para ver si hay alguien o algo han escuchado un ruido, se han asustado y se quieren esconder, pero no saben dónde.
Cada vez los veo mejor.
Se han escondido entre unas sábanas que estaban encima de una cama, pero… esas sábanas no estaban antes ni tampoco la cama. Se han imaginado que había una cama y unas sábanas, tan poderosa es la imaginación. Pasado un rato mis pensamientos salen de entre las sábanas y ven que no hay nada, y piensan nos lo habremos imaginado.
Ahora veo muy claro a mis pensamientos, mis pensamientos piensan que cuando estás solo es mejor no pensar en nada, también se dan cuenta que lo mejor que podían hacer era salir de ese cuarto, y eso es lo que van a hacer. Ahora ya veo completamente claro a mis pensamientos, ya les entiendo completamente.
Ahora están desbloqueando la puerta de salida, pero la de la entrada no la desbloquean para no volver a entrar a ese sitio.
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Al igual que hacía Pablo Neruda…
…los escritores del Instituto se hacen muchas preguntas, y, además, son capaces de responderlas con gran maestría. Estos son unos ejemplos.
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IKER DÍAZ BORREGO (1º C DE ESO)
¿Qué pasaría si el amarillo desaparecería del mundo?
Pues que el amargo dulzor del limón desaparecía
¿Qué dijeron los rubíes ante el jugo de las manzanas?
Mi color nunca pasará, de tu belleza de color
¿De qué color es el olor del llanto azul de las violetas?
No es del color del azul ni del color violeta, el color es el de un cometa
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¿Son pájaros o peces en estas redes de la luna?
Es el reflejo de mar azul ante la luna, son peces voladores atrapados en la red sin poder volver a su hogar
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KARY VÁSQUEZ MEJÍA (1º C DE ESO)
1)¿Qué pasaría si el color amarillo desapareciese del mundo?
Que en otoño los árboles no podrían teñirse el pelo.
2)¿Y que dijeron los rubíes ante el jugo de las naranjas?
-¿Por qué naranjas? Si nosotras somos granadas.
3)¿De color es el llanto de las violetas?
Es el color de la melancolía.
4)¿Son pájaros o son peces en estas redes de la luna?
Son peces luna pescados con redes.
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EDUARDO GONZÁLEZ LÓPEZ (1º E DE ESO)
¿Qué pasa con las golondrinas que llegan tarde al cole?
Pasaría que se inventarían una excusa, el profesor no les creería, les pondría un retraso, un parte y aulesco.
¿Quiénes gritaron de alegría al ver nacer el color azul?
Todo el mundo menos el fuego y la lava.
¿Por qué el cielo es azul?
Porque yo fui volando en pijama y lo pinté.
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GRETA ORTOLL DE LA MATA (1º E DE ESO)
¿Qué ocurriría si desapareciera el color amarillo?
El sol desaparecería y los girasoles no sabrían a donde mirar, pero se pondrían contentos, porque podrían mirar a todas partes sin que el Sol se ofendiera.
¿Qué pasa con las golondrinas que llegan tarde al colegio?
Que se quedarían para siempre en su nido porque no habrían aprendido a volar.
¿Quiénes gritaron de alegría cuando nació el color azul?
Las flores, porque tenían una prima nueva.
¿Por qué el cielo es azul?
Porque las estrellas lloraron y sus lágrimas lo tiñeron.
Porque cuando estaban los ángeles pintando el arcoíris se les cayó el color azul.
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