IES SAPERE AUDE


jueves, 6 de febrero de 2020

SENTIMENTALES TRIANGULACIONES LA SOMBRA DE POLIFEMO ES “MAZO” DE ALARGADA (polifémicas versiones entre el kitsch y la alta comedia) POLIFEMO DEL SIGLO XXI


SENTIMENTALES TRIANGULACIONES
LA SOMBRA DE POLIFEMO ES “MAZO” DE ALARGADA
(polifémicas versiones entre el kitsch y la alta comedia)

POLIFEMO DEL SIGLO XXI





CRISTINA MURIEL CAGIGAL (3ºA DE ESO)

Aquella mañana, Marcos vislumbró una intimidante y desmesurada figura en la puerta de su parcela. Lo observó desde la ventana y pudo apreciar parte de unos exagerados rasgos faciales que formaban la cara de un hombre.

Marcos no era de esos de juzgar a primeras, pero aquel tipo parecía Polifemo, el cíclope que Ulises derrotó en unos de los libros que leyó en Historia… Por un momento, se imaginó a sí mismo, como Ulises, luchando contra la criatura…

De camino a la playa, el recinto ferial, con sus características luces de colores y, como siempre, abarrotado de niños, le llamó la atención por primera vez. Decidió dar una vuelta. Con la garganta más seca que el propio Sáhara, nuestro protagonista, se decantó por el puesto de granizados.

–¿Qué desea?
–Un granizado de cola, gracias –pidió Marcos
–¿Ehhhh, perdón? Creo que me he dejado aquí el móvil.

Marcos se giró. Echó un vistacillo rápido a la joven desesperada. Era preciosa. Su belleza parecía haber hechizado al chico, que permanecía de pie mirando a la muchacha.

Le dieron el granizado, pero se le cayó. Sus manos no respondían, estaba paralizado por el encantador aura de la chica. Era morena, su pelo negro estaba recogido en dos complejas trenzas; sus ojos, verdes, parecían no tener fondo y su sonrisa hipnotizaba a aquellos afortunados de contemplarla.


Ella también se fijó en Marcos. Le resultó un muchacho curioso, puede que atractivo. Le gustaba su melena arrubiada y sus ojos claros. Además, se imaginó que, por sus brazos, debía de ser bastante fuerte.

Al fin, ella se presentó. “Clara”. A Marcos le pareció el nombre más bonito jamás oído. Aún algo atontado, se presentó él también. Estuvieron hablando un rato. Se podía percibir una obvia conexión entre los dos jóvenes.

“Todo va como la seda”, pensó Marcos. Al chaval le maravillaba la compañía de Clara, y había decidido invitarla a la noria al día siguiente.

Esa noche durmió del tirón, bien descansado para la emocionante jornada del día siguiente. Una vez levantado y cuidadosamente vestido y aseado, miró por la ventana. Observó así la misma misteriosa silueta que el día anterior. Un escalofrío le recorrió el cuerpo, helándole la sangre. Cuando ojeó por segunda vez, la inquietante sombra se había desvanecido.

Pasó por casa de Clara para recogerla. De camino había estado fantaseando sobre lo que sucedería en la noria esa tarde. Cuando llegó al murete de la casa de la chica, el mismo escalofrío que había recorrido su cuerpo esa mañana y la anterior se repitió, pero esta vez con una notable intensidad. La silueta de la desmesurada criatura que había visto días antes cobró de pronto sentido. “Polifemo” existía, no como cíclope claro, pero sí como un grotesco hombre de ojos pequeños, ingente nariz y unos dientes que aparentaban no haber sido lavados en siglos. Eso, junto a una vergonzosa calva mal cuidada, una barba medio trenzada y un frondoso unicejo. El tipo no acababa ahí, ni mucho menos, ya que, como guinda del pastel, el inmenso individuo también lucía un insoportable carácter mientras amenazaba a la muchacha del porche.



–¡No puedes estar con eseee! Como lo vea una sola vez más contigo… ¡lo mato! –gritaba.
–¡Estoy harta de tus estúpidas amenazas! ¡Eres un imbécil! ¡Te odio! Déjame en paz de una vez, cretino.
–Me voy, pero te digo que como lo vea contigo... me lo como, ¿me oyes!?, ¡me lo comooooo! Eres míaaaa, ¿me oyes!?, ¡míaaaaaa!
–¡Estás loco!

El monstruo se fue.

–Creo que no le gusto mucho, ¿eh? –dijo con voz burlona Marcos.
–Ni tú, ni nadie –le sonrió.
–Creo que deberías denunciarlo o algo, está un poco obsesionado… parece…
–Ya lo sé. Ya lo denuncié hace dos semanas, pero…
–Bueno, vayamos a la noria –le guiñó.

Ya en la noria, a Marcos le pareció ver la silueta del sujeto una vez más, pero no iba a dejar que aquel acosador sabotease su tarde romántica con Clara. Una vez montados en la noria, observaron fascinados las vistas desde lo alto de la atracción.

Un chirrido del asiento de Marcos cortó la magia del momento y en cuestión de segundos, sin saber cómo, él estaba colgando de una de las barras de acero de la noria, luchando por no caer. Clara no entendía nada. El asiento del chico se había descolgado y ahora su amigo pendía del extremo de la noria.


–¡Marcos! Ahor… –Una voz grave y desagradable le cortó.
–Hola Clara, ¿cómo estás? –preguntó la voz

A la joven se le encogió el estómago al ver el desfigurado rostro del loco que la perseguía.

–Ya te avisé, deberías haberme hecho caso, pero…
–¡Estás como una maldita cabra! ¡Me das asco! ¡Eres detestable, repugnante!

Clara intentó desesperadamente deshacerse del execrable ser, sin quitarle ojo a Marcos, cuya vida dependía de la fuerza de los brazos del chico. En un intento de librarse del sudoroso brazo del hombre, que le había agarrado, lo empujó, y este cayó de la noria, aterrizando de cabeza en el suelo del recinto.

Aún en shock, se giró y acercó su brazo al de Marcos para subirlo de nuevo a la cabina. El chico había resistido sorprendentemente bien el esfuerzo de estar pendiendo de sus brazos, pero le empezaban a faltar fuerzas y necesitaba subir pronto a la cabina; de lo contrario, sus brazos fallarían y correría la misma suerte que el desafortunado acosador. Agarró a Clara con todas sus fuerzas. Estos quince segundos se hicieron eternos, su vida dependía de ese último empujón.

Clara miró a Marcos a los ojos, brillaban más que nunca, pero también estaban alterados y decididos a superar el mal trago. Marcos le devolvió la mirada y, acariciando la piel morena de la chica, le regaló un dulce beso.
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NUEVA VERSIÓN DE POLIFEMO
DANIELA GILART MARTÍN (3º A DE ESO)

Laura era una joven muchacha con un largo cabello rizado color rojizo muy llamativo. Era una gran fan de la literatura romántica, podía pasarse horas sumergida en esas novelas románticas que tanto le gustaban.

Por otro lado, estaba Lucía, una chica rubia con gafas un tanto tímida, pero con una gran personalidad. Le gustaba escribir en un diario que le había regalado su abuela antes de fallecer, ella siempre la había animado a escribir pues decía que tenía mucho talento.

Laura y Lucía eran compañeras de instituto, no eran de la misma clase, pero se solían saludar por los pasillos, habían coincidido en años anteriores en materias como Física e Inglés, pero este año no tenían ninguna clase en común.

Lucía se levantó a las diez como solía hacer los días de verano, no le gustaba madrugar, pero tampoco levantarse muy tarde. Hacía dos semanas que había terminado primero de bachillerato y todavía no podía creerse que el curso que viene fuera a ser su último año de instituto. Bajó a desayunar con su diario, como hacía todas las mañanas, le gustaba escribir en ese peculiar cuaderno mientras desayunaba. Ella decía que se sentía más inspirada porque tenía las ideas más frescas después de haber descansado. Se preparó su típico desayuno de todos los días: una tostada de aguacate y un zumo de naranja recién exprimido.

Ese día se sentía muy inspirada, había tenido un sueño que se llevaba repitiendo toda la semana y estaba empezando a pensar que podía tratarse de algún tipo de señal. Había soñado con esa chica de su instituto en la que tanto se fijaba, siempre le había caído muy bien pero no solían hablar a menudo. Bueno…, últimamente habían chateado un par de veces por Instagram, porque Laura la había preguntado por una novela que se estaba leyendo. Lucía se había dado cuenta de que la última semana de instituto en el comedor cruzaban las miradas constantemente la una con la otra casi sin darse cuenta, como si sus ojos se estuvieran buscando. Lucía había empezado a tener sentimientos por ella. Esa peculiar chica que le perseguía en los sueños.

Mientras desayunaba aún estaba asimilando todo lo que había ocurrido en su cabeza en tan solo un par de minutos. Lucía ese día se sentía con ganas de declarar su amor. Ella tenía una teoría, si se lo decía no iba a perder nada dado que Laura estudiaría segundo de bachillerato en el extranjero y si la rechazaba no tendrían que verse todos los días. Por otra parte, si aceptaba estar con ella, sería una pena y tendrían solo el verano para estar juntas. Lucía se preparó ya que era 30 de junio, lo que significaba que era la fiesta de fin de curso de los alumnos de primero de bachillerato. Iba a ser la perfecta oportunidad para declararse y hablar con ella, ya que no es lo mismo en persona que a través de Instagram.

Eran las cinco de la tarde. Lucía ya estaba preparada para ir a la fiesta, al final se había decantado por un vestido ajustado negro y unas sandalias bastante simples, se había puesto un poco de maquillaje, sin ser excesivo, ya que no le gustaba llamar demasiado la atención.

En cuanto llega a la fiesta, busca a Laura con la mirada. El día anterior habían estado chateando por Instagram y quedaron en verse en la fiesta. Lucía estaba muy nerviosa: estaba decidida a lanzarse y confesarle sus sentimientos.


Decide ir a buscar una Coca-Cola a la mesa de los refrescos cuando de repente una mano la acaricia el pelo por detrás ¡Era Laura! Lucía, nerviosisima, la saluda con dos besos y un abrazo, entre refresco y refresco pasan las horas y las chicas charlan como si se conocieran de toda la vida; la verdad es que tienen muchas cosas en común, lo que hace fácil la conversación. Entre miradas y charlas Lucía por fin se atreve y se acerca a los labios de la chica, el momento se funde con un emotivo beso. Laura, sorprendida, vuelve a abalanzarse a los labios de la chica. Cuando las chicas levantan la mirada, observan que están rodeadas de las miradas de sus compañeros de instituto, las miradas de la gente son de asombro. Las chicas no entienden por qué la gente las mira como si fueran alienígenas o algún tipo de criatura rara, solo son dos jóvenes demostrando su amor como cualquier pareja. La sociedad de hoy en día puede llegar a ser un gran monstruo que juzga y critica. Puede llegar a causar muchísimo daño emocional, pero simplemente hay que saber llevarla y solo te debe importar la opinión de los que la merecen. Dejémonos ya de etiquetas, el amor es libre y cada persona tiene derecho a amar a quien quiera, no tiene que estar nada dictado por la sociedad. Laura y Lucía no se preocupan por lo que los demás piensen y van a aprovechar el verano como nunca, sin importar lo que digan los demás.
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EL POLIFEMO DEL SIGLO XXI
ALBERTO SÁNCHEZ DÍAZ (4º A DE ESO)

En un pequeño pueblo de Andalucía, en España, vivía un joven llamado Antonio, al que todos llamaban Toñín. Este joven estaba enamorado de una chica llamada Gabriela y este amor era mutuo.

Eran las vacaciones de verano y la noche del 13 de agosto en la discoteca local de aquel pueblo Toñín debutaba como DJ y, para sorpresa de él, Gabriela estaba ahí, en primera fila. Cuando terminó su sesión, Toñín reunió el valor necesario para pedirle salir y ella dijo que sí. Comenzaron a salir, pero esa relación no duró mucho debido a José, un joven de la edad de Gabriela. Era alto, guapo, moreno y con los ojos verdes, pero no era su tipo, a ella le gustaba Toñín.

José y Toñín no tenían buena relación. Un día en el instituto del pueblo José decidió contarle a Gabriela cosas inciertas sobre Toñín pero ella no le creyó. Días más tarde ocurrió lo mismo, y así sucesivamente hasta que la relación de Gabriela y Toñín fue empeorando, pero esto no fue suficiente para destrozar su relación por completo.

Comenzaron las vacaciones del verano siguiente y Toñín y Gabriela no estaban en su mejor momento. Toñín tenía un viaje planeado para principios de vacaciones y el día antes de irse discutió con Gabriela. Toñín se fue y José encontró a Gabriela llorando de noche en el paseo marítimo. Gabriela, enfadada y a la vez decepcionada con Toñín, decidió salir con José sólo para vengarse. Cuando volvió de su viaje, Toñín se enteró y no tardó en ir a hablar con José.

Estuvieron hablando durante un buen rato, José comenzó a subir su tono de voz y a ponerse chulo con Toñín. Este no soportó sus chulerías y le soltó un puñetazo que le dejó aturdido. Todo el mundo se rio de Jose aquella tarde. Este, humillado ante todos los jóvenes del pueblo, confesó que maltrataba a Gabriela y su relación acabó. Ese mismo día Gabriela decidió volver con Toñín. José acabó en prisión por maltrato a Gabriela y Toñín triunfó como DJ a nivel nacional.
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POLIFEMO DEL SIGLO XXI
LUCÍA CONDADO DE ANDRÉS (4º F DE ESO)

Todas las parejas tienen que adaptarse y aceptar las rarezas o defectos de sus respectivos compañeros. Rubén, en este caso, tuvo que aceptar desde que conoció a su pareja, su gran peculiaridad: desde que era pequeña tenía un amigo especial, que la acompañaba a todos lados. Lo raro es que ese amigo no es cualquier persona, como tú o como yo, es un ser extraño que él nunca podría ver, ya que solo lo ve ella. Al principio a Rubén le chocó mucho la existencia de este monstruo y no lo creyó del todo, pero no dejó de lado a su pareja por este hecho ya que pensaba que este sería inofensivo, al fin y al cabo, esta bestia había acompañado toda la vida a Rocío y, según ella, siempre miraba por su bien ya que la ayudó y animó cuando estaba totalmente sola. Lo que no se imaginaba Rubén es que esa confesión desencadenaría el fin de su relación.

Rubén y Rocío se conocieron hace un año aproximadamente el primer día de clase. Por orden alfabético, tuvieron que sentarse juntos en clase de Biología y ahí empezaron a hablar. Ella era nueva en la ciudad y no tenía a nadie y Rubén fue la única persona que se esforzó en conocerla pese a que ella era extremadamente tímida y reservada. El amor surgió entre ellos y nada ni nadie les iba a poder separar, o eso es lo que siempre decían.

Desde que Rubén conoció la noticia, una racha de mala suerte le sacudió: un día cuando iba a salir de casa para ir a su entrenamiento de fútbol se cayó por las escaleras y se torció el tobillo. Además, le empezó a ir mal en el instituto. No entendía por qué tenía tan mala racha: no paraba de suspender pese a que estudiaba y encima no podía jugar al fútbol debido a su lesión. Eso provocó que estuviera malhumorado constantemente y castigado, encerrado en su casa debido a las notas. Empezaron entonces las primeras discusiones con Rocío. Esta se lamentaba de todo y la bestia la escuchaba y la aconsejaba que lo mejor era que pasara de él. Al final, le  hizo caso, empezó a comportarse de manera fría y rara con él. Él no paraba de pedirle perdón por su comportamiento ya que se dio cuenta de que pagó su frustración con quien no debía. Pero a Rocío no le bastó porque creía que su frialdad era porque estaba con otra. Como Rubén no paraba de suspender, una compañera de clase le daba clases particulares y Rocío estaba muerta de celos. Y la bestia no la calmaba, animaba su furia, su tristeza y le comió la cabeza. Si esa bestia tanto quería a Rocío y la había acompañado toda su vida, siendo inofensiva, ¿por qué actuaba así? Pasaban los días y Rubén está desesperado, no sabía cómo lidiar con su chica a la que últimamente no reconocía. Los problemas insignificantes que tenían se convertían en fuertes discusiones y provocaron su ruptura. Rubén estaba preocupado por el estado de Rocío, totalmente irreconocible. A veces se preguntaba si la causa era ese misterioso monstruo, que seguía sin saber si era real o una invención suya. Fuera lo que fuera, la bestia consiguió su objetivo: alejarla de su chico y conseguir que estuviera siempre en su mundo solo con él.
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CHRISTOPHER, BERTÍN Y ESTEFANÍA
ADRIÁN CAMARERO JURADO (2º A DE ESO)

El verano pasado, un pueblo perdido de Extremadura recibió la visita de un niño llamado Bertín. En el pueblo había una niña llamada Estefanía. También había un niño llamado Christopher, que estaba enamoradísimo de Estefanía. Cuando llegó Bertín al pueblo, este se enamoró de Estefanía y fueron novios; entonces, Christopher se volvió loco y empezó a gritar: “¡Estefanía!”. Bertín y Christopher se pegaron. Bertín ganó a Christopher y se casó con Estefanía y tuvieron hijos. Christopher cayó en depresión y murió. Bertín y Estefanía tenían dos hijos: uno llamado Calvo y el otro Alopecio. Se fueron a un pueblo llamado Villanueva del Pardillo a vivir. En el campo conocieron a un niño que se llamaba Pilotes, que se fue a vivir con ellos. Entonces, Pilotes le quitó a Bertín a Estefanía y Bertín murió en 2020.

El 4 de junio de 2020 comenzó la III Guerra Mundial y Pilotes, Calvo y Alopecio tuvieron que ir a al frente y murieron. Estefanía se quedó viuda y sin hijos y ahora está triunfando en La isla de las tentaciones.
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UNA VIDA TRANQUILA
ENRIQUE MARÍN GÓMEZ (2º A DE ESO)

Hola, me llamo Ellie y vivo en un pueblo muy alejado de la sociedad; tengo que cuidar a mi madre llamada Antonia. En el pueblo hay un chamaco llamado Machupichu que siempre, pero siempre es siempre, que está detrás de mí y es muy feo y huele mal. Dos años después llegó un chico que era monísimo y estaba fuerte; tenía pelo castaño y ojos verdes. Era el mejor chico en cuanto a comportamiento y me gustaba, pero un día el chamaco que estaba detrás de mí cogió una motosierra y le cortó los brazos y las piernas. Después, el muy puerco, decidió matarme a mí, pero mi madre me dio la pistola de mi padre y le volé la cabeza, me entró hambre y me comí su cerebro. Un año después, seguí tranquila con mi vida.
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DOBLE AMOR
MARTA GUTIÉRREZ MARTÍN (2º G DE ESO)

Era agosto, me fui de vacaciones con mis padres a mi pueblo. Cole, un amigo de la infancia seguía en el pueblo, solo es que hacía años que no hablábamos. Vi aparcar un coche en la casa de enfrente; la última vez estaba en venta. Del coche salió… ¡Oh, Dios mío! Un chico de, más o menos, mi edad, guapo, con gafas, que entró en la casa.

Al día siguiente, Cole no paraba de mirarme, siempre me pareció muy raro, pero estaba bien fuerte.

El otro día en la playa se me acercó el nuevo vecino. Se llamaba Flavio. Estuvimos hablando mucho hasta que me besó. Nos hicimos novios. Pasaba mucho tiempo con él, y me gustaba mucho. Mientras, Cole le miraba muy mal y nos observaba todo el rato. A mí me siempre me gustó Cole, pero era muy callado. Flavio tenía mucho miedo de Cole, porque le quería destrozar, o eso parecía. Un día, Flavio se había ido un momento a cambiarse y se me acercó Cole. Me asombré. No me lo esperaba. Cole me habló dulcemente y me dijo que no era su intención molestar, pero que él conocía a Flavio y le dijo que era un rompecorazones y que tenía novia. Yo, obviamente, no lo creí. Pero me tenía que asegurar. Le pregunté a Flavio si tenía novia y me dijo que no, cambiando muy rápido de tema. Se le notó mucho que mentía y se lo repetí. Al fin me lo admitió y dijo que no pasaba nada, que era solo un amor de verano. Yo, “ipso facto” corté con él y me fui. Le di las gracias a Cole toda triste y él me ayudó mucho a superarlo hasta que nos hicimos novios. Él no era como Flavio, me quería de verdad, solo le faltaba soltarse.
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GUSTAVO
JORGE MORENO GALLEGO (2º G DE ESO)

Un día como cualquier otro, Gustavo llegó del trabajo cuando le surgió la magnífica idea de irse de vacaciones durante un tiempecito para descansar de su estresante trabajo y decidió proponerle a su madre que se fuera con él unos días a Valencia. Margara, su madre, decidió irse con Gustavo. Reservaron habitación en un motel cercano a la playa. Se fueron de camino a aquel lugar. Unas cuantas horas más tarde, llegaron al destino, entraron en el motel, pagaron el dinero correspondiente y fueron a comer a un bar cercano. En él había comiendo, por un lado, una mujer bastante bella, y, por el otro, un hombre con notables rasgos físicos y con grandes músculos. Gustavo llegó a enamorarse de aquella mujer tan bella, e incluso pensó que quizá podría tener alguna oportunidad de iniciar una relación con ella.

El hombre de los músculos notó en la mirada de Gustavo el enamoramiento de este, y tuvo miedo de que se ligara a la dama.

En un momento dado, Gustavo decidió acercarse a la bella mujer para expresarle lo que en unos instantes había sentido por ella. La mujer, sorprendida, aceptó su petición y comenzaron a salir juntos. Cuando Gustavo y Margara terminaron de comer, el hombre musculoso salió detrás de él y decidió advertir a Gustavo y le dijo que como le viera con la bella mujer se encargaría de que le pasara algo malo.

Gustavo, sin hacer caso de aquella advertencia, salió a pasear con la chica de la mano, y entonces apareció el hombre. Cuando le iba a propinar una brutal paliza… ¡Gustavo despertó! Y todo resultó ser un sueño… ¡Uf!
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MAFUYU Y KOUSEI
MARTINA HIDALGO PARIENTE (2º G DE ESO)

Mafuyu y Kousei estaban saliendo de la Universidad y entonces Kousei se sorprendió del algo que dijo Mafuy, y eso que había dicho era: “Te quiero”, y empezaron a salir, pero entonces se encontraron con Kirito y Kirito y Mafuyu de pequeños se prometieron que iban a ser novios de mayores, pero al final no se cumplió tal deseo, así que Kirito se enfadó muchísimo y le dijo a Kousei que quería pelear con él y se fueron a un descampado; entonces, Kirito hizo su ataque, quera la multiplicación de cuerpos, mientras que Kousei para defenderse lanzó sus Kunais y después hicieron sus máximos ataques. Kousei hizo el rasegan y Kirito el chidori. Eran ataques tan fuertes que los dos se murieron, mientras, Mafuyu, que estaba mirándolos, se puso a llorar y decidió suicidarse, así que se tiró por un puente.

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LA MOVIDA DE AIDAN Y KAERI
Ilustración de Jimena Fuentes Moreira
JIMENA FUENTES MOREIRA (2º G DE ESO)

Hace un año fui destruido por culpa de mi “crush”… Mejor lo explico: Hace un año estaba en 2º de Bachillerato y me gustaba mucho un chico llamado Aidan. Yo nunca dejaba de pensar en él, aunque sabía que a él no le gustaban las personas de su mismo sexo. Mi mejor amiga, Kaeri, no sabía que a mí me gustaba Aidan. Se acercaba el viaje de fin de curso. Iríamos a Ibiza y a mí me encantaría pasar ese viaje con Aidan. Kaeri no iba a venir, pues no le gustaba la isla. Era el día de ir de viaje. Me subí en el autobús y vi a Aidan solo, sin nadie a su lado. Solo debía conseguir que ninguna persona se sentase con él antes que yo. Cuando llegué a su sitio vi a Kaeri sentada a su lado. Me enfadé con ella por no haberme dicho que venía. Llegamos al aeropuerto y le dije a Kaeri que NECESITABA sentarme con ella para hablarle de algo. Le expliqué que me gustaba Aidan y se cabreó, pues decía que era su “crush” y que era para ella. Parecía una histérica y Aidan la miraba raro. Me pegó. Yo no quería pegarle, pero le dije lo que sentía, tanto a Kaeri como a Aidan. Aidan me rechazó y quedé muy triste. Había perdido a mi mejor amiga; en cambio, me di cuenta de que Aidan era estúpido. Cuando hice Selectividad, suspendí porque me distraje pensando en Aidan, y ahora estoy en mi casa estudiando y esperando al año que viene para poder hacer Selectividad otra vez.
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NINFA MEDIO ROTA
IKER OTIÑAR CRECENTE (2º G DE ESO)

Aquella vez que un Fauno fue a un pueblo descubrió a una chica. Era una Ninfa. Ese chico se enamoró plenamente de ella, igual que ella se enamoró plenamente de él.

Tuvieron una amorosa relación, pero, de repente, un chico to’ maza’o, to’ maza’o, los vio.

Este chico to’ maza’o tuvo envidia y quiso cargárselo. Los persiguió hasta la casa del Fauno con un cuchillo de carnicero en la mano derecha y una escopeta en la izquierda. Por la noche se acercó a su casa y con su suculenta pierna partió la puerta. Se acercó a su cama y lo mató. Su cadáver lo utilizó para hacer comida y su cabeza la colgó en la pared junto a sus otras setenta y nueve cabezas de víctimas, colocando un letrero al lado en el que ponía: “Cabeza del chico que me robó a la Ninfa”.

A todo esto, la Ninfa se despertó por la mañana y fue a casa del Fauno. Al ver que la puerta estaba rota, entró y en su habitación había una mancha de sangre enorme en la cama. La Ninfa, traumatizada, se fue a su casa en vez de ir a la playa de al lado con el Fauno.

De repente, todo empezó a desaparecer. Resulta que todo era un sueño que sufrió una joven a la que le pasó algo parecido y por eso se tiró por la ventana de un edificio en Pamplona.
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VACACIONES
GABRIEL FERREIRA COSTA (2º A DE ESO)

Había una vez un chico que se iba a ir de vacaciones. Él estaba pensando en alquilar una autocaravana. Al día siguiente se despertó para ir a buscar la autocaravana y preparó todo para irse.

El chaval se iba de vacaciones a Asturias porque decía que le gustaba todo lo verde de Asturias.

Ya cuando arrancó de su casa para ir de vacaciones, y pasada como una media hora, se dio cuenta de que no tenía gasolina; entonces paró en una gasolinera para repostar. Cuando iba a pagar, coincidió con una chica que era muy guapa de la cual se enamoró al instante.

Pasados unos minutos, se acercó y le preguntó: “Oye, guapa, ¿adónde te diriges?”, a lo que la chica respondió: “Me dirijo a Asturias”, y el chico le contestó: “Ah, yo también”, y se rieron ambos: “¡Qué coincidencia!”. El chico le preguntó si quería que fueran juntos y ella respondió: “Pues vale”. Cuando llegaron allí todo era muy bonito, porque, al final, se enamoraron y se quedaron a dormir juntos. Conocieron toda región asturiana y fueron muy felices.
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MARIO Y ANDREA
IRATXE FERNÁNDEZ COSTA (4º E DE ESO)

Mario y Andrea son dos jóvenes que se conocieron en el verano pasado en el pueblo de Andrea, en Barcelona. Un día iba Andrea paseando por un parque y se cruzó con Mario y él le dijo: “Hola, guapa, perdona, ¿me podrías dejar un mechero?, a ella le pareció un chico muy atractivo y le contestó: “Por supuesto”. Ella se lo dejó y se quedaron un rato charlando. Antes de despedirse decidieron darse los números de teléfono para poder seguir conociéndose.

Al cabo de mes y medio, ellos se seguían viendo y acabaron creando una preciosa relación. Días después, Rubén, un tipo fuerte pero no muy guapo, se dio cuenta de que Andrea, su “crush”, había empezado una maravillosa relación. Lo único que se le ocurrió a Rubén para separar a aquel tipo de Andrea para que ella pudiera fijarse en él fue matarlo o hacerle algo para que no volviese a acercarse a ella.

El cinco de octubre Rubén sabía que Mario tenía que ir al gimnasio, como llevaba haciendo mucho tiempo. Cuando Mario llegó a los vestuarios salió Rubén de las duchas y le dio con un bate de beisbol en la cabeza, dejándolo inconsciente. Acto seguido, Rubén le dejó una nota en la mano en la cual ponía: “Más te vale alejarte de Andrea antes de que te pueda pasar algo peor”.

Continuará…
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POLIFEMO-RUFINO
JORGE JIMENO LIZARRAGA (4º E DE ESO)

José Antonio conoció a Firila en Murcia, tierra desconocida, en unas vacaciones de verano con su familia. La familia de José Antonio vivía en Oviedo y todos los años iban de vacaciones un mes y medio a Murcia. José Antonio ya tenía sus amigos en Murcia dado que iba todos los años.

Un día salió de fiesta a una disco en la playa. Iba allí todos los años con sus amigos. Aquella noche no sería igual a las otras. Al poco de entrar, los amigos de José Antonio fueron a saludar a un grupo de amigas con las que habían quedado, y ahí vio por primera vez a Firila. Él supo quera para él.

Ella no destacaba entre las demás chicas, pero no se sabe por qué, pero José Antonio se sintió muy atraído. Estuvo con ella toda la fiesta y se emborracharon. Por entre tanto ritmo, acabaron saliendo de la fiesta los dos y después de estar hablando un rato, se acabaron liando. Pero un hombretón los esperaba a lo lejos.

José Antonio y Firila fueron quedando durante días, y cogieron mucha confianza. Después de dos semanas quedando todos los días, estaban en un descampado liándose y, de repente, un hombretón apareció y empujó a José Antonio apartándolo de Firila y haciendo que se cayera al suelo. Firila sabía quién era, se llamaba Rufino y medía dos metros, y era tan ancho como la altura de un niño de nueve años.

Un hombre súper fuerte y alto que amenazaba a José Antonio, y José Antonio, desde el suelo, lo miraba asustado y a la vez indiferente. Rufino se abalanzó sobre José Antonio y le empezó a pegar puñetazos mientras le agarraba del cuello tan fuerte que no tenía oxígeno. Pero Rufino no sabía lo que le esperaba…

José Antonio llevaba años practicando defensa personal, kung-fu, kárate y yoga. De repente, José Antonio le metió a Rufino un movimiento de piernas con el que se quitó a Rufino de encima, tirándolo al suelo. Rufino se levantó y le fue a tirar un puño lateral, pero José Antonio se lo paró con el brazo y, seguidamente, con el otro, le agarró el brazo a Rufino, se lo puso atrás recto y le dio un golpe en la parte trasera del codo partiéndoselo. Acto seguido, ante el dolor de Rufino, le lanzó un puño con el otro brazo y José Antonio se lo esquivó echándose un poco hacia atrás y, posteriormente, le metió un puñetazo en la nuez. Rufino cayó al suelo y José Antonio se retiró con Firila…
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EL SURFERO DESPECHADO
NOELIA AMELÍN FÁBREGAS (4º E DE ESO)


Érase una vez una chica soltera muy guapa y vistosa con mucho estilo que todas las tardes bajaba a las dunas de la playa con todo su grupo de amigos. Eran unos quince amigos los que todos los veranos acudían a aquella playa rodeada de casas muy grandes y lujosas. No solo iba ese grupo de amigas; había varias pandillas. Los lunes y miércoles acudía allí un grupo de surferos, uno de los cuales siempre se había fijado en la chica de las dunas. Los viernes y sábados siempre bajaban todos los de las casas de allí; también del centro de la ciudad y se organizaban fiestas y botellones en la playa. Una de esas noches el surfero vio cómo la chica de la cual estaba enamorado desde hacía cinco años se besaba con un chaval de su pandilla mientras la música sonaba. La chica nunca se había fijado en él, ya que era muy feo y tenía una cara rara. Aquella noche, el surfero se fue de la fiesta llorando. Fue una experiencia muy desagradable para él y no lo pudo soportar. El lunes siguiente no fue a surfear porque incluso llegó a plantearse dejar el surf solo por no ver a la chica (la cual era su motivo de todo) con aquel moreno y atractivo chico. Estuvo varias semanas sin venir hasta que fue a una fiesta de aquellas de los sábados y se decidió a acercarse a ella y a él. Iba con buenas intenciones, pero no se pudo contener y le dio un puñetazo en el ojo al chico que le estaba robando a su amo. Se lio una buena, ya que se empezó a meter la gente. Desde aquella noche el surfero no volvió.
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CLARE
LAURA PORCEL FERNÁNDEZ (4º E DE ESO)

Esta historia la va a contar Clare, una chica que se va de vacaciones a un pequeño pueblo de la costa atlántica. Su padre, por su 18 cumpleaños, le regala un diario para que escriba todo lo que ve y hace:

“Querido diario, hoy empiezo mis primeras vacaciones sola, me voy al pueblo de mi amigo Jace, él se cree que no lo sé, pero sé que le gusto desde hace un tiempo, pero no se atreve a decirme lo que siente por mí, y yo no sé si siento algo seguro por él. Cuando llegué al aeropuerto, me estaba esperando, con alguien, no sé quién era, nunca lo había visto. Vestía ropa oscura, tenía el pelo negro, los ojos azules y no era muy moreno, para vivir en un pueblo cercano a la playa. Saludé a Jace, me dio un abrazo muy fuerte; saludé a su amigo, me dijo que se llamaba Luis. No paraba de mirarme. Durante el camino le pregunté a Jace que quién era y me contestó que un amigo de la Universidad, y pensé: ‘Cómo va a ir este chico a la Universidad, si tiene pinta de estar todo el día en la calle haciendo cosas malas’, pero no, por lo que me contaron, sacaba buenas notas. Jace me dijo de ir al día siguiente al cine los tres”.

“Querido diario, estando en casa de Jace tocaron a la puerta. Yo estaba envuelta en la toalla, pues acababa de ducharme. Al abrir, no me lo podía creer, era Luis. Se intentó arreglar pero seguía vistiendo ropa oscura. Cuando Jace vino nos estábamos mirando sin pestañear, hasta que el momento se me hizo incómodo. Los dejé en la entrada y fui a vestirme. Cuando salí estaban sentados en el sofá y se levantaron de un salto mirándome ambos como si fuera comida. Les dije que nos moviésemos, a lo que asintieron. Luis me abrió la puerta del coche, algo que consideraba romántico. El día transcurrió normal. Al final de la noche Jace y yo estábamos sentados en el sillón cuando me pregunta: ‘Oye, ¿qué tal Luis?’, le respondí que bien, pero que era como si sintiera algo por él que nunca había sentido”.

“Querido diario, me queda un día de vacaciones y ya Jace trabaja y quedo con Luis. Nos vamos a dar un paseo y me enseña sus sitios favoritos y me lo paso muy bien con él; cuando llegamos al sitio donde habíamos quedado con Jace, este ya estaba allí. Le echó una mirada asesina a Luis. No sabía el porqué, pero bueno. Nos fuimos a cenar a un restaurante y nos pasamos toda la noche riendo. Luis propone salir de fiesta y yo le digo que sí, pero Jace dice que está cansado. Salimos Luis y yo y bailamos durante toda la noche. Cuando llego a casa recibo un mensaje de Luis: ‘Me lo he pasado genial contigo’. Sonrío y apago el móvil para irme a dormir”.

“Hoy era el día en que me iba y Jace me ha preparado un desayuno delicioso. Me dice lo que siente por mí y cuando voy a contestar tocan a la puerta, justo en el mejor momento, es Luis. Me llevan al aeropuerto y le digo a Jace que luego le contesto. Y Luis me dice al oído: ‘Te quiero’”.

“No sabía qué hacer. Eran dos personas muy distintas, pero con los dos estoy bien y siento algo raro”.

Continuará…
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LUCÍA Y JORGE
MARTA DEL CAMPO PEÑAFIEL (4º E DE ESO)

Era verano y Lucía se iba de vacaciones a Mallorca, como cada verano. Allí tenía un gran grupo de amigos con los que saldría de fiesta, ya que ese mismo mes había cumplido los 18.

Cuando llegó allí se reencontró con todos sus amigos. David confesó a Lucía que llevaba mucho tiempo enamorado de ella, pero ella solo lo veía como un amigo y no le dio más importancia.

Aquella misma noche salieron todos de fiesta y uno de los amigos de Lucía se trajo a su primo para que se integrase en la pandilla y para que saliese un poco de fiesta. A Lucía le llamó mucho la atención aquel chico, le parecía muy guapo, así que decidió acercarse a él para conocerlo. El chico se llamaba Jorge y tenía la misma edad que ella. Vivía en Madrid también y, lo más importante, no tenía novia. Ambos estuvieron hablando y bailando casi toda la noche. Hicieron buenas migas.

Estuvieron conociéndose más y tonteando bastante durante una semana. Los dos se sentían bastante a gusto cuando estaban juntos y se notaba mucho que ambos se gustaban.

Ese sábado salieron de fiesta y Jorge le dijo a Lucía que si podían hablar; le dijo que se estaba empezando a enamorar de ella y quería saber si ella sentía lo mismo por él. Lucía le dijo que ella también se sentía muy a gusto con él y que le gustaba. Los dos se miraron y, finalmente, se fundieron en un bonito beso.

Estuvieron toda la noche bailando, riéndose y besándose cuando se dieron cuenta de que David les estaba mirando muy mal. Lucía se acercó y le dijo que si le pasaba algo; él la miró con cara de asco y salió de la discoteca.

Al día siguiente, David se encontró a Jorge en la playa y le dijo que o dejaba en paz a Lucía o le contaría que tenía novia en Madrid. Jorge le dijo a David que no se inventase cosas porque a Lucía le iba a doler y se iba a acabar enfadando con él.

Esa misma noche David iba bastante borracho y decidió acercarse a Jorge con un tono vacilón. Jorge lo ignoró porque no quería peleas, cuando de repente, David le pegó un puñetazo. Lucía se cabreó muchísimo con David. Le dijo que no quería volver a saber nada más de él en su vida.

Lucía y David no volvieron a hablar nunca más. Lucía y Jorge siguieron juntos, ya que vivían ambos en Madrid, muy cerca el uno del otro. Cada día se enamoraban más el uno del otro y se amaban con locura.
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AVENTURAS EN IBIZA
LÍA MORALES GONZÁLEZ (4º E DE ESO)

Esta historia trata sobre un grupo de amigos que han cumplido los dieciocho años y deciden irse de vacaciones a Ibiza. Una vez llegan al aeropuerto se dan cuenta de que el vuelo sale en cinco minutos y aún les queda recorrer todo el aeropuerto para llegar. Al final llegaron y mientras estaban en el avión planearon todo lo que iban a hacer durante el verano, ya que se quedarían en Ibiza todo el verano.

Cuando llegaron a la casita que cogieron enfrente de la playa, lo primero que hicieron fue dejar las cosas, ponerse el bañador e ir a la playa; una vez allí vieron cómo salía otro grupo de amigos, con los que empezaron a hablar. Una de las chicas de un grupo empezó a hablar con uno del otro y parecía que había mucho tonteo. Unos días después, estos dos chicos salían todos los días de su cabaña para hablar y dar un paseo por la playa y un día de aquellos se dieron su primer beso. Parecía que tenían doce años de lo ilusionados que estaban el uno con el otro como si les hubiesen regalado la última Play del mercado.

Pasaron los días y los dos grupos se hicieron muy amigos, y otros… algo más que amigos… Se iban a visitar la ciudad, a comer en restaurantes de calidad… Los chicos que se habían enamorado dijeron que para ellos era su amor de verano y que esperaban que durase mucho más que solo el verano. Cuando faltaba solo una semana para que se fuesen de Ibiza, llegó a aquella playa un hombre que a aquella muchacha tan bella que había encontrado tan profundo amor le resultaba familiar. Se acercó a ella y resultó que era un chaval muy pesado que siempre decía que estaba enamorado de ella. Y estuvo todo el tiempo persiguiéndola, por lo que el que en aquel momento era su novio le dijo que la dejase en paz o se las vería con él, a pesar de que el otro era un hombre muy fornido y él un chico muy larguirucho.

Finalmente, el chaval tan pesado se fue y le dijo que la seguiría esperando hasta el fin de sus días… y los dos enamorados se fueron juntos. Pero… una vez llegaron a su ciudad (pues vivían en la misma ciudad) la chica se enteró de que el chaval tenía novia y que cuando la conoció a ella no la había dejado, así que lo dejó. Y lo sé muy bien porque esa muchacha a la que durante el verano rompieron el corazón soy yo.
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HACE MUCHO TIEMPO…
MANUEL ESTEBAN MARTÍNEZ (4º E DE ESO)

En Villanueva del Pardillo había una pareja de jóvenes llamados Alejandro y Paula que llevaban mucho tiempo juntos, un mes y dos semanas. Era la pareja perfecta, eran almas gemelas, pero un día algo sucedió. El mejor amigo de Alejandro le dijo que sentía algo por Paula desde hacía tiempo. Alejandro no sabía qué decir, estaba alucinando. Y Héctor, el mejor amigo de Alejandro, le pidió que la dejara para que él pudiera intentar algo, a lo que Alejandro le dijo que eso era una locura. Paula se enteró de todo esto y fue a hablar con los dos.

Discutieron y discutieron durante horas y al final parecía que llegaron a un acuerdo. Si alguna vez Paula y Alejandro cortaban, Héctor podría intentar ser el novio de Paula. Pero debido a que eran la pareja perfecta, Héctor sabía que eso no iba a ocurrir. Así que Héctor decidió meterle una paliza a Alejandro y fue a la cárcel. Alejandro entró en coma. Y ahora Paula está sola en la vida, sola con su novio luchando entre la vida y la muerte.
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UNA VIDA AZAROSA
JAIME GUZÓN HERNÁNDEZ (4º E DE ESO)

Había una vez en Vallecas un chaval fuerte y alto que estaba con una chica que tenía dos años menos. Manuel se llamaba. Tenía 18 años. La chica un día decidió cortar con Manuel, y este cayó en una depresión y en el alcohol. Un día de fiesta, Manuel iba con sus colegas to’ pedo y metieron una paliza a un chaval. Manuel cayó preso y los demás se salvaron. Tras un año en prisión ocurrieron muchas cosas: Luciffer, la ex de Manuel, se echó novio. Ese mismo día Manuel salió de la cárcel “to’ peta’o” y, una semana después, se enteró de que su ex tenía novio. Manuel, todavía locamente enamorado fue a pegar al novio que pertenecía a una banda, pero Manuel llamó a sus colegas y fue a meterle unas “ostias”. Cuando terminó la pelea, los amigos del novio de Luciffer murieron todos, pero tras un gran esfuerzo, Manuel reconquistó a Luciffer, pero como había matado al chico, volvió a caer preso, pero Luciffer le iba a visitar todos los domingos. Manuel salió de la cárcel con un máster de Ingeniería y consiguió trabajo para mantener a la familia que había formado con Luciffer.
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LOS ÚLTIMOS DÍAS DEL VERANO
ALEJANDRO FIGUEROA GARCÍA (4º E DE ESO)

Era un verano como otro cualquiera, el Bryan estaba saliendo de fiesta con sus amigos canis. Se lo pasaban bien, se ponían hasta el culo de cerveza y se iban de marcha. Pero a nuestro protagonista le faltaba algo. Había algo que no le llenaba. Cada vez que salían era lo mismo: fiesta, alcohol, resaca. Así, en bucle todos los días. Y, para colmo, llevaba varias multas. Estaba deprimido, pero una noche se encontró a una chica de cuyo nombre no se sabe nada y se fueron detrás del aparcamiento a hacer algo cuya información se desconoce. Tras unos días viéndose, se empezaron a enamorar. Bryan salía con más ganas; ya no estaba deprimido y se lo pasaba mejor. Todo iba bien a pesar de que quedaban pocos días de verano. Pero apareció Billy, un jefe de la banda rival que llevaba varios veranos enamorado de ella. Un día los vio en el parking y se enfadó muchísimo… Reunió a toda su banda y fueron a por Bryan y sus colegas. Tras una pelea brutal, con sillas y palos, ellos huyeron y Billy fue tras ellos, dándoles captura y propinándoles una tremenda paliza.
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ESTÁBAMOS YA DE CAMINO A DENIA…
NOELIA ARANGO MENESES (4º E DE ESO)

¡Por fin unas vacaciones con mis amigas! Denia es uno de mis sitios favoritos para ir de vacaciones, y qué mejor que ir con mis tres mejores amigas.

Nos habíamos preparado. Hacía dos días que habíamos llegado y estaban siendo las mejores vacaciones de mi vida. Íbamos a cenar en el paseo marítimo y, obviamente, íbamos arregladas. Cuando llegamos había una fiesta en el restaurante; un montón de chicos habían reservado una zona de este.

Tengo un poco de ansiedad social, y ver tantos chicos, y encima guapos, me pone nerviosa, torpe y boba. Cenamos y luego decidimos ir a una discoteca cercana. Nos volvimos a encontrar con los chicos allí y no sé cómo, pero nos infiltramos en el grupo y hablamos con ellos. Erick fue el que más me gustó: alto, guapo y pelirrojo… un bombón. Intercambiamos números y quedamos aquellos días. Me estaba pillando y no era bueno, porque en unos meses me iría de nuevo a la rutina.

Una noche quedé con él en su piso; cuando llegué, la puerta estaba abierta y él estaba tirado en el suelo desangrado con la garganta cortada. Mi exnovio estaba irreconocible, ¿qué le había pasado en la cara? ¿Él había hecho esto?

Continuará…
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LO QUE PASA EN LAS BAHAMAS, SE QUEDA EN LAS BAHAMAS
ANA FERNÁNDEZ ESTEBAN (4º E DE ESO)

María, una chica culta de 17 años que vive en Nueva York, se va de viaje con sus padres a las islas Bahamas; allí más tarde conoce a Tucumo, un aborigen de la zona. Él le enseña todos los secretos del lugar.

Cada mañana van juntos a pescar, y por las tardes Tucumo le enseña a María los bailes tradicionales de la Isla. Cada vez empiezan a cogerse más cariño, hasta que una noche se dan su primer beso al calor de la fogata. En ese momento comienza su historia de amor. Pero a la mañana siguiente se presenta Mike, un chico que llevaba colado por María desde la infancia y que viajó hasta allí solo por ella. Y cuando vio que no le correspondía y que estaba con Tucumo, le cogió mucha envidia y por la noche le siguió e intentó ahogarlo, pero, finalmente, los dos se pusieron cachondos y comenzaron a besarse apasionadamente…
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ERIKA
MARTA SOLER HERRERO (4º E DE ESO)

Hola, me llamo Erika y os voy a contar el mayor error de mi vida.



Adam: Erika… me gustas.
Erika: (No, no, no… él no me gusta)
Adam: ¿Quieres salir conmigo?
Erika: (Mierda…) Sí…
Adam: Uf, menos mal que has dicho que sí, si no, no sé qué habría hecho.
Erika: (Esta es mi oportunidad… tengo que aprovecharla…)

Tiempo después estaba con Adam en la playa cuando de repente alguien agarra del cuello a Adam. Asustada, me giro y me quedo paralizada cuando veo a Chris, mi amigo de la infancia.

Chris: Tú qué haces con Erika, no te la mereces. Llevo años enamorado de ella y llegas tú y te la llevas a la primera…
Adam: Quizá quiere estar conmigo porque no voy agarrando del cuello a la gente.
Chris: (Gruñe) ¡Cállate!
Erika: ¡Parad! A mí no me gustáis ninguno.
Adam y Chris: ¿Cómo?
Erika: A mí me gusta Miranda…
Adam: ¿Eres bisexual?
Erika: …No… soy lesbiana, solo estaba contigo porque me daba miedo lo que pensara la gente, pero me he dado cuenta de que da igual lo que piense la gente. Tengo que ser feliz siendo yo misma.
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Ilustración de Jimena Fuentes Moreira

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EL BEBÉ CON ALAS
MARA GARCÍA CORTELL (2º A DE ESO)

Érase una vez una mujer llamada Isabel que se fue de fiesta con sus amigas y se le descontroló la noche y tuvo relaciones sexuales sin preservativo. La chica no tenía miedo de quedarse embarazada porque llevaba un DIU, pero no fue efectivo porque se le movió. Isabel llevaba dos semanas sin que le bajara la regla, pero no le importaba mucho porque era irregular. A las tres semanas ya se empezó a asustar un poco y al mes le seguía sin bajar, así que decidió ir al médico de cabecera para ver qué le pasaba. Cuando fue, su médico le empezó a hacer muchas preguntas sobre si había mantenido relaciones sexuales y esas cosas. Carlos, su médico, le dijo que el DIU no es 100% seguro; que hay veces que se mueve, y le dijo que lo mejor era que fuera al hospital. Cuando fue le hicieron pruebas y, efectivamente, estaba embarazada. Le quitaron el DIU y le dieron la opción de abortar, y ella dijo que no; entonces, después de ocho meses, había ido a por pan y Lucas, que era su hijo, era un tanto especial, porque había nacido con alas. Cuando Lucas supo usar las alas, lo primero que hizo fue ir a casa de su vecina a decirle que había nacido.
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LÍRICOS INCISOS
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EL RÍO…
MARÍA GRAU FLORES (3º F DE ESO)

EL RÍO llegó a su desembocadura, el duro suelo de la calle. Su origen era uno de los ojos de la triste muchacha que acababa de hundirse…
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ODA ESTIVAL A LA VIDA RETIRADA
MARÍA GRAU FLORES (3º F DE ESO)

EL mes de agosto es mi mes favorito de todo el año. La gente aprovecha para quedar con sus amigos, salir de fiesta o ir a festivales. En cambio, a mí el cuerpo me pide calma, un respiro después del estrés del curso y del frío invierno. Ahora mismo, tumbada en una playa casi vacía, no se me ocurre un sitio mejor en el que pudiera estar…
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SUS DOS SOLES
LUCÍA ANÓS DE TOCA (3º F DE ESO)

Y sus dos soles se cerraron, dejando fluir libres a sus deseos y a su imaginación. Sus ramas, tensas, con el transcurrir del día se relajaron y, definitivamente, la luna invadió el espacio, y la clara oscuridad hizo acto de presencia.
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¿QUÉ PASARÍA SI MAÑANA ME DESPIERTO Y MI CUERPO Y MI ALMA SON LOS DE UN ANIMAL?
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ERIKA
NAROA SANMIGUEL MIÑÓN (3º A DE ESO)

Era el final del verano, la última noche. Estaba medio llorando tumbada en mi cama acordándome de todos los momentos de estos últimos meses. El recuerdo del instituto me aterrorizaba. Daría lo que fuese por que volviese a empezar junio. Cada vez más deprimida decidí acostarme, no tenía ganas de hacer nada más; así que me metí en la cama y empecé a dormir.

A la mañana siguiente, me despertó mi alarma a las ocho menos veinte. Iba a emplear toda mi fuerza en levantarme, pero algo me lo impedía, no sabía lo que estaba pasando y me puse muy nerviosa, me rasqué la cara y noté que mi mano era peluda y sudorosa. Asomé un poco mi cuerpo para poder verme en el espejo que había colgado en mi pared y… ¡mi reflejo no era el mío! No solo no era mi reflejo sino que no era de ningún humano…¡era el de un mono! Empecé a temblar y a pensar en qué podría haber pasado, quise buscar en YouTube una solución para mi problema, pero mis enormes manos no me sirvieron de mucho. Miré a mi alrededor y me fijé en las fotos que días anteriores estuve colgando en mi estantería, en todas las fotos salía yo pero cuando las vi mi rostro no era mi cara normal sino que era la del mono.

Por un momento pensé ¿y si ahora todo el mundo me recuerda como a un mono y no como soy en realidad? Sentí un escalofrío que recorría de pies a cabeza y lo último que recuerdo fue que me desmayé.

Al rato volvió a despertarme una alarma idéntica a la que me despertó hacía no más de una hora. ¡Era mi alma de cada mañana! Todo había sido una horrible pesadilla.

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TRANSFERENCIA



TIANA LOURDES ALTENBOCKUM ARATA (3º A DE ESO)

Unos sueños son más reales que otros. Pero esta noche, realmente sentí como si fuera un pájaro. Seguramente que todos hemos soñado alguna vez con volar, es un sueño del que no te quieres despertar. Son placenteros y llenos de satisfacción. Pero esta noche, no sé por qué, era más que un sueño. Al abrir los ojos, vi todo más grande de lo que en verdad era y, sin previo aviso, me encontraba revoloteando hacia la ventana abierta. Estaba metida en el cuerpo de un ave, aunque no te puedo decir exactamente cuál. Yo lo que sé es que no tenía ningún control sobre él. Así que cuando sentí que me desplomaba por la ventana, el corazón casi se me sale por la boca del susto. Ahí es cuando comencé a flotar y a ascender poco a poco. Anteriormente había soñado con volar, pero el sueño era tan real que ya no estaba segura de si en verdad me encontraba en mi cama o no. De pronto, estaba tan alto que la ciudad se veía hermosa: las luces, las calles, los edificios, las casas. El cuerpo en el que estaba empezó a ir más rápido y a planear sobre los rascacielos, haciendo de cuando en cuando un descenso. Todo el aire me daba en la cara, me sentía viva y feliz. Pero de pronto vi cómo me iba aproximando a un cristal, al principio no me inmuté, ya le había cogido confianza a este cuerpo, pero al ver que seguía derechito hacia delante, la angustia invadió mi cuerpo. POOOOOOOF. Abro los ojos, un sonido fuerte me hace despertar, un pajarito muerto resbala sobre el cristal.
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TRANSFERENCIA

DANIELA GILART MARTÍN  (3º A DE ESO)

Un día me desperté como cualquier otro día, cogí mis gafas de la mesilla de noche y me acerqué a la cocina a prepararme un café. Mientras andaba por el pasillo observé que tenía una larga y peluda cola, me miré en el espejo y vi que también tenía unas grandes orejas, afilados dientes y mi cuerpo estaba cubierto de pelo. Estuve alrededor de veinte minutos observando mis peculiares rasgos, cuando de repente un instinto de correr y liberar energía se apoderó de mí. Abrí la puerta de mi casa y eché a correr hasta que mi cuerpo dejó de permitírmelo, me acosté debajo de un árbol y descansé muy plácidamente. Esa sensación y esa energía que sentía no la había sentido nunca antes. Nunca antes había sido tan feliz. Quiero ser un perro para siempre.
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TRANSFERENCIA



ANA LÓPEZ LANDA (3º A DE ESO)

Esa noche estaba lloviendo. La luna llena era invisible camuflada tras las nubes grises. Al día siguiente no trabajaba, así que me puse a ver aquel programa estúpido que reproducían en aquel momento y apagué las luces. Me dirigía a mi cuarto cuando un aullido en la distancia envió un escalofrío a mi columna. No lo tuve en cuenta, aullidos como esos los escuchaba frecuentemente, proseguí el camino invisible que lleva hasta a mi cama donde me arropé. En poco tiempo caí rendido a las redes de Morfeo. Me desperté cuando una extraña sensación de incomodidad se apoderó de mi cuerpo. Recorrí el trecho que había desde mi cuarto hasta el baño, misión que cumplí torpemente ya que sentía que todo lo veía desde otra perspectiva. Mi reflejo me gritó la verdad: me había convertido en un pato.
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TRANSFERENCIA




CRISTINA MURIEL CAGIGAL, (3º A DE ESO)

En la pequeña localidad de Hizna, vivía Giorgio, un chico al que desde hace tiempo le había fascinado el mundo acuático y soñaba con poder explorarlo como ningún humano había podido jamás. El joven lo tenía muy claro, y su pasión por el agua y sus habitantes lo llevaba todas las tardes a dar un paseo por la playa del pueblo, con la esperanza de encontrar algún ser extraordinario.
Una tarde, después de un agotador día de colegio, el muchacho se sumergió en un profundo sueño. Al despertarse se dirigió al baño y cuando se miró al espejo… Giorgio diferenció una pequeña plaquita plateada que había aparecido en su brazo. Poco a poco esta se fue multiplicando y en un abrir y cerrar de ojos, el chico ya no era humano. Estaba totalmente cubierto por escamas plateadas que reflejaban cada rayito de luz que entraba por el ventanuco del oscuro baño.
Se observó. Él pareció darse cuenta enseguida de todas las consecuencias que tendría su nuevo cuerpo; sin embargo, siempre le quedaba la oportunidad de adentrarse en los océanos como un pez más, tal y como siempre había deseado.
Así que esa misma mañana se levantó al alba y, sin temor aparente, se zambulló en el agua, desapareciendo para siempre y dejando tras de sí nada más que una escama plateada flotando entre la espuma.

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TRANSFERENCIA



ANDREA SOTILLO CESIN (3º A DE ESO)

Le sirvo la cena a mi perro Bobby, que devora entusiasmadamente. Me aseo y dejo la puerta de mi habitación abierta para que Bobby entre cuando quiera dormirse. Me sumerjo en un sueño profundo, me encuentro en un parque. Altos árboles rodean una fuente llena de agua cristalina y fresca. Siento un impulso de beber, así que lo hago, usando mi lengua como un recipiente, como hacen los perros. Instintivamente me sacudo y salgo corriendo a cuatro patas. "Algo no va bien", pienso. “¡Me he convertido en un animal!”.

–Mira, mamá, un perro –chilla un niño pequeño, que viene corriendo hacia mí.

–No le toques, cariño –ordena la madre, apartando a su hijo del animal, que resulto ser yo.

Vuelvo a salir corriendo a cuatro patas, y acabo en una plaza, donde en el escaparate de una tienda me reflejo. Soy un bonito Husky Siberiano, como Bobby. Espera, ¿me he convertido en Bobby?

Entonces siento las suaves sábanas de mi cama arropándome. Todo ha sido un sueño. Vuelvo a ser humana, y Bobby está dormido a mi lado.
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CONTAMOS CUENTOS CON MORALEJA.

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EL FORTACHÓN Y EL DELGADITO



GUILLERMO CORRALES AMARO Y PABLO CARDONA PUMARIÑO (3º C DE ESO)

Una vez estaba hablando el Conde Lucanor y su fiel consejero Patronio. El Conde le dijo que le gustaba una damisela y que no sabía cómo atraerla. Entonces fue cuando Patronio decidió contarle el cuento del fortachón y el delgadito:

Había una vez un hombre muy fuerte y presumido, y otro todo lo contrario. Un día fueron a una fiesta medieval, en la que el fortachón alardeaba de sus músculos, mientras que el delgadito hablaba con alguna chica teniendo conversaciones interesantes con ellas.

Finalmente, las chicas terminaron cansándose del fortachón de ser tan presumido y se fueron a hablar con el delgadito ya que sacaba diferentes temas de conversación.

El fortachón fue a preguntarle al delgadito el porqué de su éxito con las chicas. El chico le contestó que era porque no presumía y además era interesante. El fortachón tomó nota y empezó a atraer muchas más chicas que antes. Desde ese momento se hicieron amigos y lo fueron de verdad durante muchos y muchos años.

El Conde le agradeció mucho el cuento que le había contado, ya que la damisela le echó el ojo a Lucanor y este estuvo durante mucho tiempo contento. Y con ese cuento hicieron una moraleja.

Moraleja: “Más vale ser interesante y educado que ser presumido y arrogante”.

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EL OSO Y LA SERPIENTE

                   


MIGUEL GÓMEZ SABORIT Y PABLO RODRÍGUEZ SÁNCHEZ (3º C DE ESO)

Érase una vez un oso pardo, fuerte y grande que vivía en un bosque mediterráneo, donde los árboles crecían altos y robustos y los animales vivían en armonía con el ciclo de la vida. Nadie se atrevía a molestar al oso, ya que si lo hacían, sufrirían terribles consecuencias. Un día, una serpiente valiente se atrevió a entrar en el territorio del Oso mientras este dormía. Su objetivo era robar los tarros de miel que tenía guardados en su despensa, para así alimentar a su familia, que acababa de ser atacada por una pareja de águilas. Sigilosamente, fue reptando por la despensa y cuando llegó a los botes de miel, vio que estaban demasiado altos. Intentando bajarlos, hizo un ruido estrepitoso que despertó al Oso, y este, en vez de enfadarse, simplemente se metió con la serpiente por su tamaño:

—¡Ja! ¿qué pasa, Serpiente, que no llegas? —dijo el oso con tono burlesco mientras sostenía el tarro en el aire.

—¡Vete a meterte con los de tu tamaño! —gritó la serpiente casi llorando y se fue reptando de allí.

Tres semanas después, se anunció en el bosque que había un diente de oro escondido y que quien lo encontrase, se lo podía quedar. El Oso y la Serpiente fueron los únicos en llegar a la cueva donde estaba escondido y se dieron cuenta de un brillo dorado que llegaba a través de un agujero del tamaño de un palmo en la pared.

—¿Ves, Oso? No siempre el más grande y fuerte gana en todo y ahora yo voy a ser rica, ya que quepo por este agujero. Quizá, si te hubieras portado bien conmigo y con los demás animales en el bosque, habría compartido el diente. Espero que esto te sirva como lección de vida. Y, atónito, el Oso vio cómo la Serpiente se alejaba por el hoyo.

MORALEJA: “Todos tenemos una virtud o habilidad en algo, sin importar nuestro tamaño o nuestra fuerza”.

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¿TÚ CREES QUE PAPÁ NOEL SE OLVIDÓ DE MÍ?



TIANA LOURDES ALTENBOCKUM ARATA (3º A DE ESO)

Me gustan mucho las tradiciones navideñas, las luces en las calles, los mercadillos de Navidad… Aunque todos los años sean iguales, siempre espero a la Nochebuena con gran ilusión. La Navidad es mi época favorita del año.

El otro día mientras daba un paseo por las calles de mi ciudad recién iluminadas, vi a un niño que miraba fijamente al árbol decorado que habían puesto en la plaza. Yo, que soy muy curiosa, me acerqué a ver qué cosa había captado tanto su interés. Pasado un rato, sin haber encontrado nada tan curioso, me disponía a seguir mi camino, cuando el niño me preguntó si creía en Papa Noel. No sabía qué decirle, pues hace ya un par de años que me enteré. Pero no quería quitarle la inocencia, pues parecía un año o dos menor que yo. Le dije que sí y le pregunté si él creía también. Este me contestó que no estaba seguro. Yo me quedé extrañada y le pregunté más cosas sobre él.

Se llamaba Assim. Resulta que su país de origen era Siria, me contó que hace casi dos años huyó de su país junto a un gran grupo de personas. Dice que su madre no logró llegar viva y lo separaron de su padre al llegar a la frontera. Entristecido y casi llorando, me contó que el pasado año Papá Noel no dejó nada en el árbol de navidad que habían puesto en el campo donde se alojaba junto a más personas que huyeron de su país.  Me preguntó si era porque no le había dejado una carta explicándole que ya no viviría más en Siria y dónde podía encontrarlo. O si simplemente no existía.

Mi corazón se partió en dos inmediatamente, le pregunté dónde estaba ese campo en el que se alojaba y tras apuntarlo salí corriendo en dirección a mi casa, tenía que encontrar la manera de que este niño fuera completamente feliz esta Navidad.

Legué a mi casa y metí en una caja todos los juguetes que ya no usaba, y le pedí a mi hermano que hiciera lo mismo.

Tras eso, como Assim me había contado que había muchos niños que no recibían regalos en Navidad, decidí contároslo a vosotros. Me encantaría que también metierais los juguetes que ya no usáis en una caja y me los dierais. Así se los podría llevar a Assim y al resto de los niños que viven con él. Estoy deseando ver la cara de felicidad de todos estos niños gracias a vosotros.

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EL EMPACHADO CONEJO



JAVIER GARCÍA ESTEBÁN Y ANTONIO MARTÍN MUÑOZ, (3º A DE ESO)

Érase una vez una familia de conejos formada por el padre Lucas, la madre Vanesa y el hijo Alfredo, que se hacían llamar Los Domínguez. Los Domínguez vivían al sur de Conejolandia, en la madriguera número 8.

La familia Domínguez, como todas las demás, estaba muy ilusionada ya que estaban en una de las fechas más señaladas como son las Navidades. El dia antes de Nochebuena Vanesa fue a recoger algunas verduras y algo de hierba fresca para la cena mientras Lucas trabajaba en la fábrica de chucherías para niños de más de tres años. Su hijo Alfredo daba saltos junto a sus amigos por tooodo Conejolandia.

Llegada la cena, Alfredo empezó a comer más de la cuenta y sus padres, como es normal, le dijeron que no comiese tanto porque el postre le iba a gustar mucho y a este paso no lo iba a poder comer porque no le iba a entrar.  Alfredo no les hizo caso y cuando se quiso dar cuenta, ya se había empachado y no pudo con la deliciosa tarta de zanahorias que había preparado su madre Alfredo, triste, empezó a llorar y su madre le dijo:


Moraleja: “Hazles caso a tus padres que, aunque no siempre tengan razón, siempre te intentarán dar buenos consejos”.

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LA RANA Y EL SAPO





ANA ALEMANY DE LA VEGA Y MANUEL QUILEZ SORIANO (3º C DE ESO)

Érase una vez una rana que le cantaba al sapo que feo eres,si fueras guapo. La rana cantaba y cantaba tan mal, que pronto empezó la lluvia y el vendaval. Llovió tanto que la rana casi se ahogó.

“¡Ayudame, sapo, que me empapo!”.

“Aunque me hayas insultado, te voy a salvar porque soy un buen sapo. Todo lo que tengo de feo lo tengo en el alma de guapo. Soy un buen sapo”.

“Muchas gracias, señor sapo. Eres bueno, aunque no guapo”.

La rana se sintió agradecida; a pesar de todo, el sapo la había ayudado.

Desde entonces se hicieron muy amigos y se fueron a comer grillos.




Moraleja: “No importa lo feo que seas por fuera, lo importante es ser guapo por dentro”.

EL BÚHO Y LA COTORRA




DAVID BARRERO MOLERO Y ÁLVARO FIGUEROA GARCÍA (3º C DE ESO)

Érase una vez una cotorra llamada Cintia y un búho llamado Peter. Ellos vivían en un hermoso bosque con un precioso lago conocido como Walden Pond. El bosque tenía preciosos árboles con hojas de colores. En él vivían un montón de animales: ardillas, osos, conejos, nutrias, búhos, cotorras y algunas serpientes.

La cotorra Cintia estaba en su rama todo el día hablando y hablando a todo el mundo, incluso hablaba a los animales que no conocía. Sus amigos se hartaban de ella porque no paraba de hablar. Hasta tal punto que se fueron distanciando de ella, y un día se quedó sola.

El búho estaba también en su rama pero solo hablaba cuando era necesario. Los animales se acercaban a él y le pedían sus sabios consejos.

Un día Cintia se acercó al búho y le preguntó:

—¿Cómo es que se acercan a ti a pedirte consejos y a mí no?

A lo que el búho le contestó:

—Porque yo escucho, observo y solo doy mi opinión cuando me la piden.




Moraleja: “No es más sabio el que más habla, sino el que observa y piensa antes de hablar”.

                                         


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