IES SAPERE AUDE


miércoles, 4 de diciembre de 2019

RETAZOS DE PROSA CON NERVIO NARRATIVO



ÁNGEL O DEMONIO

REBECA MORAGA PALACIOS (4º D DE ESO)

Abel nació en un pueblo pequeño, donde por tener ojos color granate y la piel muy pálida fue odiado como un demonio por todos. La madre que le dio a luz fue ejecutada sin piedad utilizándose, como justificación, que le fue infiel a su marido. Tras eso, el pobre niño fue abandonado en las frías calles.

Un pobre anciano, habiendo escuchado su llanto, le llevó a su casa en las montañas, en donde le educaría y cuidaría. Por desgracia, el anciano cayó en una terrible enfermedad. El chico, con quince años de edad, decidió volver al pueblo.

Todos aún le llamaban demonio, diablo o monstruo. Mientras descansaba apoyado en la pared, se fijó en un chica. Esta notó su mirada y, por primera vez, Abel no vio odio, desprecio o asco, sino curiosidad.

Tras varios días, ya que había vuelto a la montaña, se encontró a la misma chica que vio en el pueblo. Como estaba perdida, él la ayudó a volver, y, antes de irse la chica, le dio un papel, con una dirección específica, donde se verían en los próximos dos años.

Ellos nunca faltaban, estaban fascinados, eran diferentes, pero de gustos similares.

Abel se dio cuenta un día que no iba al sitio acordado. Entonces se le pasó por la mente una idea que le produjo escalofríos. Preocupado, volvió al pueblo, y deseó nunca haber vuelto, porque tras pasar una congregación de gente, vio a su amiga, de la cual se había enamorado. Vio cómo le ponían una soga por el cuello y esta le miró, le dedicó su sonrisa más bella, su última sonrisa.

Abel enfureció, y derramando lágrimas de odio, impotencia y tristeza, dio a ver dos hermosas alas de blanco puro, las cuales se manchaban del color mas negro existente. Su vida pasó por delante de sus ojos. Pero cuando se dio cuenta, había cuerpos muertos, edificios destruidos. No había nada vivo a kilómetros, todo lo que existía allí era él y los muertos.

Comprendió que el ángel más puro podría transformarse en demonio, igual que Lucifer. También se dio cuenta de que iba a vagar solo por siempre, porque estaba destinado a ello. Y todo esto, en contra de su voluntad.
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ISLAS CUATRO ESTACIONES
CLAUDIA ESCANDELL MARTÍN (4º D DE ESO)

Érase una vez, unas islas llamadas, las Islas Cuatro Estaciones. Estas islas eran famosas por ser tan caras y por su diversidad geológica. Las islas se llaman así porque en cada isla hay una temperatura diferente. En la primera isla es invierno; en la segunda, otoño; en la tercera, primavera; y en la cuarta, verano. 

La isla de invierno es la más barata, porque a la gente le gusta mucho más el verano y la primavera. Pero, aun así, es una de las más visitadas después de la isla del verano, en esta isla puedes hacer diversas actividades de montaña, esquiar, andar, patinaje sobre hielo…

La isla de otoño es la menos visitada y la segunda más barata, porque en general a la gente no le gusta el otoño, básicamente porque en otoño no hay nada que hacer. En verano es temporada de fiestas y de salir a la playa; en primavera, salir y no pasar calor; en invierno, estar en casa con el chocolate caliente y la manta. Pero en otoño ¿qué se hace? Esta isla está llena de bibliotecas y churrerías y restaurantes, también se organizan escaladas y paseos a la montaña. 

La isla de primavera es una de las más caras, pero a la vez es la más entretenida de todas, para mi gusto. 

Tiene muchos campos de fresas y pueden realizar actividades de agricultura, y también de ganadería. También hay actividades de senderismo, escalada… 

A parte de eso, hay muchas pizzerías y cafeterías, los tés son lo mejor de las cafeterías. 

Y por último, la isla de verano. Esta isla tiene un montón de actividades que hacer, hay cuatro playas diferentes; una de ellas es de rocas y el mar es bastante cristalino; otra es de arena negra y el mar bastante oscuro; da bastante miedo. Las dos últimas son de arena blanca muy azul. 

A parte de estas playas, hay muchos parques, heladerías, discotecas… 

Todas las islas son muy bonitas y únicas. Por desgracia, se están hundiendo, pero todavía se puede ir. 
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AMOR TRÁGICO EN EL AMAZONAS
RAÚL ARQUERO BARGUREGOITIA (4º D DE ESO)

Todo empezó un día maravilloso en Brasil, Itaituba, en el cual se estaba celebrando una boda. El cura San Antonio iba a casar a una pareja cuyos nombres eran Abel y Sofía. La boda transcurrió y finalizó como cualquier otra boda, feliz e inolvidable.

Abel era una persona de confianza y muy amable, se dedicaba a la botánica exótica, al igual que su mujer. Sofía era bella, pero tenía un poco de carácter y le gustaba la perfección.

Días después se fueron de luna de miel al Amazonas, ya que les gustaban mucho los lugares exóticos, sobre todo a Abel. Todo iba perfecto, cogieron un vuelo al Amazonas, la avioneta seguía su rumbo al aeropuerto internacional Alfredo Vásquez Cobo.

Pero en ese momento algo falló en los motores derechos, empezaron a salir llamas y el humo cada vez era mayor. No sabían qué estaba pasando. En la avioneta solo se encontraban el piloto y el matrimonio de Abel y Sofía. El piloto perdió el control de la avioneta y cayeron en picado…

Los árboles detuvieron la avioneta hasta llegar al suelo. Por desgracia, murió el piloto debido a que se le clavó una rama en el cuerpo. Abel y Sofía salieron ilesos e intentaron sobrevivir en la selva amazónica. 

Al día siguiente, estuvieron intentando llamar a alguien para que les salvara, pero no hubo cobertura.

Se estaban quedando sin recursos, llevamos más de tres semanas perdidos por la selva amazónica y ya se les habían acabado las siete días de pedir “socorro”.

Después de un mes desde la accidente, Sofía se encontraba muy mal, teniendo dolores por todo el cuerpo, era como si lo hubiera picado un animal o un insecto venenoso de la amplia cantidad que había en esa selva. A la mañana siguiente, Sofía murió dejando solo a Abel en medio de la selva amazónica. 

Él estuvo andando kilómetros y kilómetros hasta llegar a una tribu indígena. Allí le dieron comida y agua, también le dieron un guía que le iba a llevar al pueblo más cercano. Y de ahí, volver a su ciudad natal.

Él siguió su vida e hizo un libro narrando su historia en la selva amazónica, como recuerdo a su amada Sofía. 

“La selva amazónica 
que tanto le gustaba
se llevó a Sofía, 
lo que más amaba”
     Amor amazónico 

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